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La buena noticia de invertir en un par de estas es que podrás dormir un ratito más, ¡controla cuánta luz quieres en tu habitación!
¡Apuesto a que a ninguna de nosotras nos gustaría levantarnos un domingo con los primeros rayos del sol y el canto del gallo! Pues para solucionar esta inquietud están las persianas. Su principal objetivo es ayudarte a conseguir la cantidad de luz natural que deseas en una habitación específica, existen muchísimos tipos de persianas a las cuales también podrás recurrir para darles una función decorativa.
Cuando vayas a invertir en una, debes tener en cuenta características como: el tamaño, la funcionalidad y el presupuesto que tienes. ¡Veamos la guía que preparamos y cuáles se ajustan a tus posibilidades!
Persianas interiores
Verticales: estas son probablemente el tipo más común que existe. Su sistema es práctico, su instalación es en la parte superior de la ventana, mediante el movimiento de un palito delgado se puede mover el ángulo de cada línea vertical, y por último, también podrás juntar la persiana entera a un lado de la ventana jalando unas cuerdas. Su material varía, pueden estar hechas de PVC o de vinil.
Horizontales: se conocen también como venecianas, utilizan prácticamente el mismo mecanismo que las verticales, solo que estas, por lo general, se utilizan de madera. Son recomendadas para ventanas grandes y establecimientos formales.
Sheer Elegance: son una opción juvenil y moderna. Se trata de una tela que combina franjas intercaladas traslúcidas y opacas. Están hechas de poliéster y tergal.
Enrollables: son quizás la última oferta que ha salido al mercado. Se trata de un rollo instalado en la parte superior de la ventana que permite descender un material que cubre el vidrio. Se utilizan diferentes materiales, uno de los más comunes es el poliéster.
Celulares: su estructura se parece a la de un panal de abejas. No solo sirven para eliminar la luz que proviene del exterior, sino también el sonido. Actúan como un aislante, y su efectividad depende de cuántos paneles tengas.
Black-Out: funciona igual que el sistema enrollable, excepto que el “black-out” ofrece un cierre total. Este tipo de persiana se utiliza cuando quieres impedir toda la luz proveniente del exterior.
Persianas exteriores
Postigones: están inspiradas en el sudoeste español, se trata de una forma de protección y seguridad para las ventanas. Son dos grandes portones formados de tablillas horizontales de madera. Se cierran hacia adentro con una traba.
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