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La gurú del orden tiene su propio show en la plataforma de streaming, ¡mira de qué se trata!
El domingo pasado tuve un rato libre en la mañana, de esas mañanas donde no hay nada planificado para hacer: cero compromisos, ninguna salida agendada; simplemente descansar y estar "sin hacer nada" en casa. Normalmente esos son los momentos que aprovecho para leer un rato o a veces, para recorrer Netflix rápido y ver algo corto.
Indagando en las cosas nuevas que la plataforma tenía que ofrecer, me encontré con una serie de capítulos bajo el título ¡A Ordenar! Con Marie Kondo ('Tidying up with Marie Kondo').
Había escuchado alguna vaga cosa acerca de uno de los libros que ella publicó con un método propio para ordenar, pero la verdad es que no sabía mucho más acerca de ella. Así que le di play a uno de los capítulos y mis próximos 40 minutos fueron acostada en la cama, mirando a una pequeña mujer japonesa, de 32 años, experta en organización, ayudando a una familia norteamericana, que esperaba su primer bebé, a poner en orden su casa a través de cinco categorías: ropa, libros y papeles, Komono (objetos misceláneos) y recuerdos (o pertenencias de valor sentimiental).
Después de los 40 minutos, terminé ordenando mi armario y atancando un rubro que no atendía desde hacía mucho tiempo: mis zapatos. Digamos que apliqué el método solo a este rubro por ahora.
Tres días después de esto, mis redes sociales estaban abarrotadas de gente hablando del tema, memes, críticas, y algunas cosas positivas.
Si no conoces nada acerca de Marie, lo primero que vale aclarar es que su filosofía y métodología de orden está basada en creencias orientales y japonesas. Por eso, te enfrentarás a algunos hábitos de ella que creerás algo raros al comienzo y encontrarás algo misteriosos o místico: verás a Kondo "saludar" la casa, despertar los libros y dar las gracias a toda prenda que poseamos y de la que nos vayamos a deshacer.
Marie asegura que siempre estuvo obsesionada con el orden. Ya a los cinco años era aficionada a las revistas de decoración. En la época cuando cursaba el colegio, mientras sus compañeros practicaban deporte, ella disfrutaba más ordenando estanterías. Aunque no fue hasta la universidad que descubrió el porqué: Poner las cosas en orden la ayudaba a superar la presión de los exámenes.
Así fue como Marie llegó a escribir cuatro libros sobre el arte de organizar y lleva vendidos casi cuatro millones de copias en 33 países. Algunos de los más conocidos son "La magia del orden" y "La felicidad después del orden". En estas hojas explica con lujo de detalle su propio método llamado Konmari.
Lo segundo que es importante aclarar, es que no hay que volverse locos ante las cosas que se plantean en la serie. Hay actualmente una lluvia de memes en redes sociales con críticas y con burlas acerca de lo que se muestra en la serie (uno de los puntos más criticados ha sido el hecho de que según la japonesa, solo pueden conservar en casa 30 libros, algo que muchos consideramos una locura), sin embargo, cada quien debe aplicar los mensajes y lecciones del método en la medida que pueda e ir haciéndolo de a poco esto.
Dicho esto, veamos cuáles son las lecciones que podemos rescatar de esta serie y de la creadora del método Konmari, la principal enemiga del Síndrome de Diógenes.
1. Para crear un nuevo orden, primero viene el caos
El primer paso en el método de ordenar cada una de las cinco categorías que Marie tiene en su clasificación, es SACAR A LA LUZ O A LA VISTA, todo lo que entre en esa categoria. Es decir, si comenzarás por tu ropa, debes desalojar TODO el armario. Después, Marie sugiere hacer una pila con toda esa ropa en tu cama, e ir prenda por prenda revisando con qué cosas te quedarás y cuáles desecharás. La base para tomar la decisión es algo mística. Marie asegura que debemos quedarnos con aquellas cosas que todavía provocan felicidad en nosotros. Quizás para algunos de nosotros eso no haga mucho sentido lógico; te recomiendo en ese caso buscar bases como: el uso, la practicidad de la prenda, la repetición (si tienes varias parecidas), entre otras cosas. Recuerden que el principio del método es hacer espacio y orden, por lo tanto esa es la meta; cada uno de nosotros puede hacer modificaciones en cómo llegamos a ese punto.
Marie asegura que el orden no se logrará si vamos cajón por cajón o espacio por espacio. Según la japonesa es muy importante ver todo lo que se tiene y ser consciente de la magnitud de estas pertenencias. De la misma manera se arreglan otros espacios como la biblioteca: se sacan todos los libros y se valora uno por uno si vale la pena conservarlos.
2. El caos provocará dolor, incomodidad y a veces, tristeza
Algo que me llamó la atención de los capítulos que he llegado a ver hasta ahora ha sido lo que ha surgido en las distintas personas durante el proceso de orden. Dinámicas familiares, roles adquiridos, apego emocional a objetos, entre otras cosas. El primer capítulo que vi fue el de una pareja que tiene que hacer orden y espacio porque está pronta a recibir a su primogénito. Uno de los protagonistas, coleccionista de deportivas desde su adolescencia, se ve forzado a dejar sus 160 pares de zapatillas en 45. Pero en el proceso surjen cosas absurdas como una deuda de 10 mil dólares en su tarjeta de crédito o el poseer pares de zapatillas que nunca llegó a usar. “Ordenar juntos es una manera de que las parejas vean si comparten los mismos valores y la importancia de trabajar juntos”, pontifica Kondo en este mismo capítulo. Sucede que a menudo se constata que no: ni las ansias de orden son las mismas, ni siquiera el concepto. El apego hacia lo material varía de un individuo a otro. Por eso, a veces en el proceso habrá roces, incomodidades y suceptibilidades. Sin embargo, la japonesa recomienda no detenerse y completar el proceso.
3. Un "no" rotundo a la acumulación
Uno de los objetivos del método Konmari es acabar para siempre con esa peculiar costumbre que tenemos de acumular en un cajón y cerrarlo con llave. Esto es sobre todo válido para espacios que contienen utensilios u objetos pequeños, una categoría miscelánea que Marie Kondo denomina “komono”. También podría ser un garage, donde muchos acumulan objetos dañados, sin uso, o que necesitan repararse. En cuanto a los cajones, Marie aconseja organizarlos en cajas compartimentadas que distribuyan los cubiertos y herramientas. Las cajas con compartimentos ayudan a separar por categorías y saber donde encontrar cada cosa sin esfuerzo.
4. Empieza por limpiar aquellas categorías que se te hagan más simples
Como mencionamos antes, el apego emocional a los objetos materiales varían mucho según la persona. Hay un capítulo que presenta el caso de una azafata. Ella guarda en su armario un vestido que le regaló su abuela en la infancia, y aunque no hay posibilidades de que pueda volver a utilizarlo en su vida, allí está colgado. “El proceso no trata de obligarte a quitar cosas, sino de confirmar tus sentimientos hacia cada una de tus posesiones”, le aclara Marie. Algunas categorías nos costarán más que otras, por eso el método Konmari alienta a todos a empezar por lo que tengas claro –tus prendas fetiche o lo que te pongas más– y dejar de último aquellas cosas que generen dudas o se hagan cuesta arriba.
5. Quizás ordenar no te cambiará la vida, pero puede que lo necesites en momentos de cambio vital
“Al ordenar se puede limpiar el dolor del pasado y ver el futuro de una forma más positiva”, asegura Marie Kondo: solo el hecho de evaluar qué has ido acumulando a lo largo de los años por inercia y qué quieres conservar ya es un ejercicio de balance y voluntad de cambio. Ordenar no transforma la vida de nadie, pero acompaña los procesos que ya están en marcha.
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