Imperdonables de la primera cita

Lo que predomina en ese momento es ansiedad, nervios y mucha emoción. Definitivamente son factores que por obligación salen a flote en esa primera cita.

“¿Qué me pongo? ¿Qué digo? ¿Le pareceré interesante?” son las preguntas que surgen minutos antes de encontrarse con aquella persona que podría convertirse en alguien especial. Es normal que se quiera que todo salga perfecto, pero tanto hombres como mujeres, especialmente estas últimas, cometen ciertos errores, tal vez por ingenuidad, que al final arruinan toda la velada.

La experta en relaciones de parejas, Valeria Schapira, a través de su sitio web, explica que lo peor de todo es que es muy difícil superar una primera impresión negativa, especialmente si se trata de una cita romántica. Por ello es muy importante analizar cada detalle para no quedar mal.

¿Qué no hacer?

Para evitar vergüenzas te contamos lo que no debes hacer durante una cita. ¡Ojo! De estos consejos puede depender tu futuro amoroso.

• No llegues tarde: estás nervioso, quieres estar perfecto/a para causar una buena impresión pero no te das cuenta de que se te ha pasado la hora y llegas tarde. 10-15 minutos de cortesía es lo normal que todo el mundo espera, pero más de ese tiempo es una falta de educación y de respeto.
• Falta de higiene: un reciente estudio de la Universidad de Western Sidney, Australia, determinó que la falta de aseo y el desaliño son consideradas las principales causas de la muerte del deseo, tanto en relaciones fugaces como en aquellas de larga data.
• Interrogatorio: una cosa es mostrar interés y otra, muy distinta, es someter al otro a una indagatoria policial. Lo ideal es preguntar sin ser indiscreto. No juzgues; no te gustaría que la otra persona lo hiciera contigo.
• Actitudes ahorrativas: si bien hoy en día es aceptado entre las nuevas generaciones pagar a medias – aún en la primera cita- , a las mujeres les resulta muy atractivo que el hombre pague la cuenta en la primera cita. Lo ideal es, si el presupuesto es ajustado, invitar a un café o un helado pero la caballerosidad siempre es recibida con agrado.
• Hablar de ex parejas: ni hombres ni mujeres ven con agrado que les exhiban el catálogo de conquistas pasadas, relaciones amorosas ni sexuales. Es lógico que con el tiempo cada quien vaya sabiendo de la vida anterior de su actual pareja. Pero es de mal gusto hacer alarde de ellas, sea por inseguridad, para dar celos o por la razón que fuere.
• Conducta descortés: sea en una salida romántica o laboral, hay cuestiones de formas que no deben perderse. Acompañar a la mujer hasta la puerta de su casa o a tomar un transporte segurode regreso a casa es una de ellas.
• Alardear: es bueno que te vaya bien con tus cosas, que tengas un buen salario y seas una persona deseada. Pero eso no significa que debes hacer alarde de todos tus logros para tratar de impresionar al otro, peor aún, para hacerlo sentir menos.
• Aparentar ser alguien que no eres: algunas personas creen que es buena idea mostrarse de una manera que no son, así que deciden ordenar algo de comer para lucir “más finos” y hasta utilizan cubiertos para comerse una simple pizza… pero a la segunda cita sacan el cavernícola que vive en ellos. La idea es mostrarse tal cual se es y no mentir acerca de sus gustos o experiencias.
• Emborracharse o beber de más: no se puede llegar a una primera cita y pretender consumir alcohol como si fuera la fiesta de despedida de año.
• Coquetear con otros: jamás pienses que es una buena idea llamar su atención seduciendo a otros… y mucho menos a las personas que los atienden en el restaurante. Esto puede provocar que la otra persona busque una excusa para ir al baño y escapar por la ventana, para siempre.
• No quejarse de todo: tiene problemas, perfecto, pero no es para que pases toda la cita quejándote. Nadie quiere llegar a conocer a una persona, y de repente estar escuchando solo cosas negativas.
• Hablar de matrimonio e hijos: no es malo hablar de lo que se sueña tener, ni de la casa que se quiere, pero hablar de temas como boda e hijos puede asustar a cualquier candidato. Aún no conoces bien a esa persona, así que no sabes si cree en el matrimonio o no puede tener hijos, es mejor evitar el tema.
• ¡Suelta el teléfono! Estar pendiente del Facebook, Twitter, Instagram y cada mensaje que recibes es de pésima educación. Pero no solo se trata de mala educación, sino que la persona va a creer que no te importa mucho y la harás sentir incómoda.