El abrazo después del sexo puede decir mucho sobre tu relación

Es importante reconocer que las caricias son primordiales para la excitación erótica de las mujeres porque somos más sensibles al tacto; nuestra piel es más fina y tiene sensores que captan la temperatura, el peso y el dolor. Cuando la chispa del amor comienza a apagarse, el abrazo representa un arma de doble filo ya que inmediatamente se siente el rechazo, la incomodidad, la falta de deseo y que ya no sientes lo mismo que al principio cuando tu pareja te toca.

Algunas parejas buscan excusas para no tener sexo, el sentido del tacto empieza a hacer su trabajo y, sin darse cuenta, la persona puede ir perdiendo la chispa del amor.

Una pareja estable puede atravesar altos y bajos en la relación. Si al llegar a tu orgasmo te sientes afectiva con tu pareja y lo abrazas para terminar con ese último gemido o suspiro y el abrazo es recíproco, es porque aún existe deseo entre ambos. Ese momento no tiene estadística ni precio que calcular, es solo un sentirte amada y protegida.

Cuando tienes sexo con una pareja no estable o disfuncional por entretenimiento, por sacarte un clavo, porque te sientes atraída, porque solo es sexo y punto, puedes identificar sentimientos sobre ese encuentro sexual. Las primeras preguntas que nos hacemos cuando sucede este tipo de encuentros son: ¿Tendrá un gesto gentil conmigo? ¿Tendremos más sexo apasionado? o ¿Terminará durmiéndose por la fatiga? Mis queridas lectoras, las acciones post- sexo pueden decir mucho de él, de su relación y de sus planes a futuro como buenos o malos amantes.

Conversando con un grupo de amigas he descubierto que a algunas mujeres nos les gusta que después del sexo las abracen, acaricien, ni sentir el calor del hombre con el que acaban de estar. Si tras un encuentro sexual ocasional has querido abrazar a un chico y se te ha negado o si por el contrario tú eres quien se niega o si automáticamente ambos se levantan y comienzan a vestirse sintiéndose un poco incómodos, no pasa nada, es una reacción que sucede a menudo.  Pero si estás con tu pareja estable y se para de la cama para ir al baño solo, no permite el abrazo o se da la espalda y no te dice ninguna palabra, es de preocuparse.

En mi caso, en mi época de soltera, me encantaba siempre después del encuentro dar un abrazo de oso por el buen momento, pero si había sido malo también lo abrazaba para decirle que la próxima nos podía ir mejor. Es algo chistoso, pero es una manera para yo saber que puedo tener un buen encuentro la próxima vez o empieza un sentimiento especial con la persona, de amigos o de amantes.

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Pero como el tacto es uno de los sentidos más importantes en las relaciones sexuales siempre vamos a tener interrogantes como “¿por qué se apartó tan rápidamente luego de tener sexo?”. Como recomendación te digo que preguntes de inmediato si no estuvo bien el encuentro o si está incómodo con alguna situación. La comunicación es muy importante y responder con la verdad aún más, pues para nosotras el sexo es una experiencia de corazón, íntima y de apertura del alma. Suena algo fantasioso, pero considero que nadie puede tener un encuentro sexual sin que alguna atracción exista con la persona.

Los hombres también tienen sus cositas, algunos no abrazan después del sexo y para esta situación hay una explicación científica, ya que la mujer tiene una hormona llamada Oxitocina conocida como la hormona del amor, que se libera en grandes dosis durante el acto sexual. Los hombres no experimentan la liberación de oxitocina y es por eso que no tienen la misma reacción fisiológica ante el sexo.

Aunque existen hombres tan románticos como nosotras, lo cierto es que la mayoría no necesitan sentirse unidos por medio de abrazos después del sexo, por el contrario, sienten la terrible necesidad de alejarse después para recuperarse y volver a despegar, ya que ellos son como los aviones, despegan y aterrizan.

Realicé un sondeo en mi Instagram preguntando a mis seguidores: ¿Abrazas a tu pareja estable después del sexo? Un 76% comentaron que sí y un 24% dijo que no. Si estás identificada con esta molestia o incomodidad y si te encuentras un una relación donde después del sexo no hay abrazos pero te gustaría que tu pareja sea más afectiva en la intimidad, es muy importante que hables sobre esta situación.

Decidan juntos cómo puede cada uno atender sus necesidades, le podrías pedir que se abracen por un período corto de tiempo después del sexo. Si en algún encuentro sexual te preocupó que tu pareja no quisiera darte un abrazote y quedarse en la cama acurrucados después de un buen polvazo, ahora ya sabes que no se trata de un problema.

¡Todo se puede lograr siempre y cuando haya complicidad y ganas de experimentar diferentes sensaciones en nuestra vida sexual!

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