- Sexo y Pareja
Desarrollar las habilidades de comunicación sexual asertiva tiene muchas ventajas y beneficios para todos los tipos de parejas y las personas de diferentes edades, próximas a iniciar su vida sexual o que ya la hayan iniciado.
Cuando hablamos de tener una vida sexual plena y satisfactoria no nos referimos únicamente a las habilidades conductuales que se requieren para que esto sea posible. También hablamos de las habilidades necesarias para solicitar que esas conductas sexuales puedan llevarse a cabo, de tal manera que ambos miembros de la pareja tengan la oportunidad de expresar detalladamente lo que les resulta placentero y erótico.
En este orden de ideas, la comunicación sexual asertiva, como todas las formas de expresión, está definida por componentes verbales, no verbales y para verbales, e implica otras habilidades entre las cuales están:
1. La capacidad de iniciar una conversación sobre sexualidad y mantenerla sin sentirnos incómodos. Dar este primer paso es lo que más suele costarnos, definitivamente será menos difícil en la medida en la que tengamos más confianza con nuestra pareja.
Conversar sobre sexualidad es una habilidad muy necesaria en todo tipo de relación. Por ejemplo, en las relaciones casuales o esporádicas puede marcar la diferencia entre conservar la salud o adquirir una enfermedad de transmisión sexual, entre otras cosas. Por lo tanto, puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Para entenderlo un poco más, tomemos como referencia la solicitud del uso del condón. A muchos hombres les incomoda usar condón porque consideran que reduce la sensibilidad y a muchas mujeres les resulta difícil solicitarles que se lo pongan. Otro ejemplo puede ser solicitarle a la pareja que enfatice más en un estímulo sexual que nos agrada o que disminuya un estímulo sexual que no nos agrada tanto.
2. Saber escuchar. Esta habilidad implica prestar mucha atención a lo que nos dice nuestra pareja frenando la tendencia a interrumpir, a responder inmediatamente y a asumir una actitud defensiva. Cuando nos ponemos a la defensiva, nos cerramos al diálogo y comprendemos en menor medida el mensaje. Si ambos miembros de la pareja tienen ganas irresistibles de hablar, pueden hacerlo por turnos.
Leer más: Autoerotismo femenino: guía para masturbarte
3. Conocer y expresar sentimientos negativos. Sin ofender, humillar ni rechazar a nuestra pareja. Esta habilidad implica mucho autoconocimiento, pues se parte de lo que “yo siento” y “yo pienso”, lo cual no siempre coincide con las percepciones ni con las intenciones del otro miembro de la pareja. En el ejemplo del uso del condón, podemos hacer alusión el temor que nos causan las enfermedades como el VIH, la responsabilidad que implica tener hijos, la poca certeza de estar en una relación estable y exclusiva, entre otros. En otras circunstancias, podemos mencionar que últimamente nuestra satisfacción sexual se ha disminuido y que queremos poner de nuestra parte para volver a disfrutar. Entre otros ejemplos.
4. Entender sentimientos de otros. Esta habilidad implica mucha comprensión y empatía. Recordemos que la relación es de dos personas y se espera que ambos tengan derechos y deberes por partes iguales. A la vez, ambos tienen parte de responsabilidad en las diferentes situaciones que se les presentan, incluyendo el sexo y sus complejidades. Por lo tanto, es necesario ceder un poco si esto va a beneficiar a cada uno y al vínculo de pareja.
5. Expresar afecto. Es importante revisar lo positivo de la relación y de la vida sexual del vínculo de pareja. Pensar en lo positivo nos ayuda a expresarle cariño, amor y ternura. Muchas veces las parejas han ido acumulando tantas heridas, resentimientos y rencores que, sus interacciones se vuelven cada vez más desagradables y comunicarse es casi imposible. Debido a esto, algunas parejas prefieren guardar silencio y agredir pasivamente. Cuando se ha llegado a ese punto, es recomendable buscar la ayuda de un psicólogo sexólogo con experiencia en terapia de pareja, si se quiere conservar la relación.
6. La capacidad de negociar y llegar a un acuerdo. Es decir, identificar que tienen un conflicto y buscar juntos las posibles soluciones, en igualdad de derechos. Esta habilidad está estrechamente relacionada con la primera y es quizás la que más va a llevarnos a propiciar cambios (grandes o pequeños) en la conducta de ambos. Es decir, al llegar a un acuerdo las personas asumen el compromiso de eliminar las conductas que no les favorecen, mantener las que sí, mejorar las que se puedan y adquirir nuevas conductas a partir del aprendizaje. En el ejemplo del uso del condón, si la pareja accede a ponérselo, puede aprender técnicas para que el condón no le reduzca la sensibilidad, entre otros. Si no accede a ponérselo, pueden implementar prácticas sexuales no penetrativas.
Desarrollar las habilidades de comunicación sexual asertiva tiene muchas ventajas y beneficios para todos los tipos de parejas y las personas de diferentes edades, próximas a iniciar su vida sexual o que ya la hayan iniciado.
Si te interesa conocer más sobre el tema, a continuación te dejo una entrevista en el programa Mujer donde lo conversamos a profundidad: