Verónica Rampazzo

Jue, 04/23/2015 - 20:12
Diez años de monotonía profesional alcanzaron para darle un chance a la cerveza, hoy la gerente de RRHH de Cervecería Barú ha demostrado que quien usa tacones puede llegar lejos.

¿Qué es lo que más te apasiona del mundo cervecero?
Me encanta la dinámica del negocio porque es una industria que se impone retos para sobrepasar las expectativas del mercado. Además, tener la oportunidad de ser parte de Heineken, una empresa de trayectoria mundial enfocada en la calidad e innovación de sus productos, otorga un prestigio adicional a Cervecerías Barú Panamá.

¿Cómo es trabajar en un medio que está tan relacionado con el sexo masculino?

Es cierto que la industria cervecera tiende a relacionarse con el mundo masculino, pero la realidad es que poco a poco se está desmitificando. Además, en general y cada vez más, noto que a lo largo de los años se ha destacado a la mujer profesional como un pilar dentro de la empresa. Ser mujer o ser hombre es más que un rasgo biológico que no explica, por sí solo, la manera de hablar, de ser y expresar las ideas. Me parece que lo más importante es lo que llevas contigo, tus conocimientos, aportes y experiencias que enriquecen a tus compañeros, hacen crecer a la compañía y el impacto positivo que brindes a la sociedad.
¿Qué piensas del estereotipo de que la mujer debe quedarse en casa y ser madre y ama de casa?

Creo que es una opción muy válida para muchas mujeres que han decidido dedicarse de lleno a su casa y, sobre todo, a su familia. Es una alternativa que creo que todas evaluamos en algún momento, especialmente cuando nos hacemos madres.

Entonces, ¿crees que tener una carrera profesional interfiere en ocuparte de la familia?
Para nada. Creo que se trata de roles diferentes que se complementan. Por supuesto que la cantidad de tiempo físicamente presente con la familia no es la misma cuando se lleva una carrera profesional, pero creo en la calidad de tiempo, tanto para la familia como para el trabajo y otros roles o actividades.

¿Qué opinas del “boom” que han tenido las cervezas artesanales en Panamá?
Considero que se caracteriza por ser un segmento diferente, que cada vez tiene un mayor auge por la dinámica que ofrece y la elaboración del producto. En Panamá, quizás por la mística del mismo, hay adeptos que consumen, estiman y valoran esa categoría. También considero que es en definitiva un tema cultural. Los panameños tienen un alto consumo de cerveza, siendo esta el 95% del licor consumido en el país. Es decir, el consumo promedio per cápita de la cerveza en Panamá es de 83 litros, por lo que es evidente que al panameño le gusta la cerveza.

¿Qué planes tienes para tu carrera profesional?
Por ahora, deseo seguirme consolidando en la posición que tengo en este momento, creo que aún tengo mucho por aprender y también desafíos interesantes, posibilidades de aportar y seguir creciendo. A mediano plazo me veo en nuevos retos con un alcance mayor en Recursos Humanos y quizás conociendo otras áreas como Mercadeo. Es un área a la que quizás me habría dedicado de no haber escogido Recursos Humanos.

¿Qué otras cosas disfrutas hacer?
Para mí, los placeres de la vida son sencillos, me encanta una buena conversación, relajada, con humor y contenido. También poder disfrutar de comer en nuevos restaurantes y cafés, que sirven además como excusa para tener esas buenas conversaciones. Aunque lo que más aprecio es disfrutar del ser madre y compartir con mi familia.

  • Compartir: