- Para Padres
Después del parto, la vida cambia, se experimentan diversas situaciones, algunas más difíciles que otras...
Angustia y ansiedad son la constante entre las madres primerizas. Y es que después de tener entre los brazos a esa criaturita que desde el primer momento en que la ves te roba el corazón, la vida cambia; a cada momento surge la interrogante de si el trabajo de cuidarla y protegerla se está haciendo bien o si es normal todo lo que sucede durante los dos primeros meses.
La realidad con el recién nacido no es para nada parecida a lo que la nueva madre y su esposo imaginaron que sería durante el embarazo... El regreso a casa con el nuevo integrante de la familia constituye un gran desafío, en especial para la mamá. El posparto y todo lo que conlleva no siempre son fáciles.
Este periodo es fundamental para el desarrollo del bebé, la recuperación de la madre, el aprendizaje de las funciones parentales y para que se establezca el vínculo afectivo entre el recién nacido y sus padres. Pero también la mujer experimenta diversos cambios: anatómicos, fisiológicos, emocionales, en la relación con su pareja y con la familia y, en general, en la forma en que se desenvuelve su vida diaria, estos son detalles que nadie te dice, aunque sucede que cada experiencia es distinta.
La psicóloga española Leslie Power explicó a través de un taller e informe que durante el posparto o puerperio, la mujer sufre muchas alteraciones cerebrales, estas se manifiestan mediante sensaciones de extrañeza, sentimientos de tristeza y felicidad, cansancio, sueño, ideas “poco normales”, deseos de regresar pronto al trabajo y dejar al bebé al cuidado de un tercero. Aclaró que esto siempre suele pasar a los tres meses.
A qué enfrentarse
Para que tengas una idea de las situaciones a las que te puedes enfrentar, aquí te enumeramos algunas:
Durante los primeros meses de vida del bebé es casi imposible continuar con la rutina a la que estabas acostumbrada, sobre todo si tuviste que pasar por una cesárea.
Aunque fueron 9 meses los que llevaste a tu hijo en el vientre, ni tú lo conoces a él ni él a ti, por ello, no te angusties si no sabes qué hacer al momento en que tu bebé no para de llorar. Estarás en un proceso de ensayo y error.
Un detalle que siempre genera controversia es la lactancia. Y es que los primeros días, amamantar al bebé resulta tan doloroso, te produce heridas, que deseas no hacerlo; sin embargo, recuerda que esa criatura depende de ti para sobrevivir, no es nada fácil, pero al final se convierte en un momento mágico, es una conexión madre e hijo.
Te convertirás en el ser más antisocial, la angustia por no sacar a tu bebé para evitar que se enferme, el cansancio y la falta de organización harán que te pierdas el cumpleaños de tu hermana, dejarás de lado las salidas con las amigas y hasta el esposo pasa a un tercer plano. Pero tranquila, una vez logres organizarte bien y que tu hijo esté más grande, podrás realizar todas tus actividades.
Tu esposo te reclamará a cada momento debido a que prácticamente te olvidas de que él existe. Esto sucede no porque lo hayas dejado de querer, sino porque sientes que es tu responsabilidad que ese nuevo ser esté bien.
Después del parto, la barriga te queda tan hinchada y flácida que te sientes sumamente fea, te da pena que vean como quedaste. Deberás trabajar duro para recuperar tu antigua figura, ejercicios físicos y una buena alimentación son lo más recomendado.
Habrá momentos en los que no sabes si reír o llorar, te sentirás tan angustiada y nadie te comprenderá. Es muy importante que converses con tu pareja o una persona de confianza, no es bueno que guardes lo que sientes.
Lo mejor es que tienes entre tus brazos a ese ser tan especial y no siempre el posparto es tan difícil.