Ahora sí lo podemos decir: ¡llegó el verano! Por supuesto que podremos disfrutar de él y sus bondades, pero también debemos tomar ciertas cosas en cuenta.
Con el aumento de temperatura, la salida continua del sol y las visitas a piscinas o playas, hay algunas enfermedades que se vuelven algo propensas para esta época. Estas son algunas:
Por lo general, ocurre cuando uno está mucho tiempo expuesto al sol, el cuerpo es incapaz de regular la temperatura corporal y pueden existir síntomas como: calambres musculares, sudoración profusa, fatiga, sed, dolores de cabeza, náuseas y vómitos, debilidad, entre otros. Para poder evitar esta situación, puedes aplicar lo siguiente:
- Usa ropa ligera y de colores claros, nunca oscuros porque estos últimos absorben mucho más los rayos solares.
- Evita realizar actividades con exposición directa al sol por mucho tiempo.
- Bebe líquidos durante todo el día.
- Usa bloqueador solar todo los días al salir al aire libre.
- Si vas a estar bajo el sol, es recomendable utilizar gorro o sombrero y si tienes la posibilidad, humedécelo.
Esta enfermedad se contagia, por lo general, por visitas frecuentes a la piscina o a la playa. La otitis es una inflamación del oído debido, generalmente, a una infección. Puede producir gran dolor, fiebre y trastornos en la audición.
Para estar atenta a no sufrir de esta enfermedad, incluso para cuidar a tus hijos de ella, deberás considerar utilizar tapones cuando estás en la piscina o el mar y secarte bien los oídos cuando salgas de allí.
Este es otro de los padecimientos que se pueden adquirir al frecuentar piscinas o playas. La conjuntivitis es la inflamación de la conjuntiva, una membrana mucosa y transparente que es la capa más externa del ojo. Dura entre una y dos semanas y tiene algunos síntomas como enrojecimiento de los ojos, visión borrosa, lagrimeo, pesadez en los ojos, etc. Para poder prevenirlo, aquí hay algunas ideas:
- Lavarse las manos frecuentemente con jabón antibacteriano.
- No compartir anteojos ni otros elementos que estén en contacto con los ojos.
- No frotarse los ojos.
Esto ocurre a partir de la poca refrigeración de los alimentos. Esta enfermedad es una inflamación del tracto intestinal, puede causar diarrea, fiebre, dolor de panza, etc. Deberás tener cuidado dónde compres los alimentos, asegúrate de que estén bien refrigerados y evita comer en la calle o en puestos poco confiables.
Es una infección por un número de hongos capaces de causar diferentes enfermedades. Según la profundidad de su penetración, tiene diferentes términos; las dermatomicosis son las más comunes en esta época. Son lesiones escamosas en la piel causadas por los dermatofitos. La más común durante este verano es el ‘pie de atleta’, ubicada en el pie. Se contagia muy fácil, por contacto directo con piel infectada o escamas. Por lo tanto, la manera más efectiva de evitar esto es tener control sobre uno mismo. Si notas hongos o piel escamosa en tus pies, acude a un médico que te pueda dar un tratamiento efectivo para controlar la infección. Por supuesto, mientras este dure, no podrás visitar piscinas de amigos, o lugares comunes, ya que se corre el riesgo de infectar a muchas personas.
Recomendaciones para sobrellevar el calor con bebés y niños pequeños
El verano conlleva ciertos riesgos para el bebé, ellos son mucho más sensibles a las altas temperaturas. Por eso, puedes tomar algún consejo de los que te daremos a continuación:
1. No abrigues al bebé más de lo que te abrigarías tú: un niño siente la temperatura al igual que un adulto, por lo tanto, no es bueno abrigarlo por si acaso; el exceso de calor provoca sudamina, una erupción en la piel que se produce por la obstrucción de las glándulas sudoríparas.
2. Temperaturas: la ideal es entre 20°C y 22°C. Cuando el área de la casa donde el bebé se encuentra es muy calurosa, puedes mantenerla fresca con el aire acondicionado. No lo dejes encendido por la noche, esto provoca resequedad extrema, para contrarestarlo puedes adquirir un humificador.
3. Hidratación y el sol: si todavía estás dando pecho, debes continuar con él, sin embargo, entre medio de las tomas trata de ofrecerle al bebé agua. Si la rechaza, no insistas porque eso querrá decir que no lo necesita. Y por supuesto, los paseos a la sombra.