- Nutrición
Una taza de agua caliente con el cítrico asegura que perderás las libras de más, administra una dosis de antioxidantes que combaten el cáncer y te aporta la energía de la vitamina C. Pero, ¿sabes cómo afecta al organismo?
1. Acidez. El exceso de agua de limón podría provocarte ardores. Y el motivo es bien sencillo: estamos hablando de una de las frutas más ácidas. Por lo que si eres propensa a la acidez, ten en cuenta que un vaso de más puede desencadenar un nuevo episodio.
2. Esmalte dañado. Las fanáticas del limón, mucho ojo con los dientes, ya que al ser tan ácido puede desgastar el esmalte protector y provocar caries o sensibilidad dental. Como consejo, bebe con una pajita, así evitarás el contacto directo con tus dientes.
3. Una rutina aburrida. Ni tenemos nada en contra de los limones, pero ahí fuera hay un mundo de tés con sabores que queremos que descubras.
4. Causa deshidratación y ganas de orinar frecuentes. Los limones tienen altas cantidades de vitamina C, nutriente muy conocido por sus propiedades diuréticas –aumenta la producción de orina–, haciendo que elimines el exceso de líquidos y sodio retenidos. Si comienzas a sentirte deshidratada después de tomar una limonada fuerte, es señal que debes reducir la cantidad de jugo de limón con la que preparas tu refresco. Una manera fácil de hacerlo es añadiendo rodajas de limón al agua sin exprimirlo, otra es añadiendo menos jugo.