- Nutrición
¿Sabías que la velocidad en que envejecemos podemos elegirla con nuestros hábitos nutricionales y de estilo de vida?
El envejecimiento es un proceso normal del cuerpo humano en el que aparecen cambios físicos y en las funciones corporales de manera paulatina, a medida que avanzamos de edad. Se dice que después de los 30 años estos cambios son mayores y más notables iniciando en nuestras células y reflejándose en lo exterior.
Qué nos impacta
La Herencia: hay mayor probabilidad de que dure muchos años si sus abuelos y padres vivieron hasta edades avanzadas, según un conjunto de características biológicas y químicas que son intrínsecas de su cuerpo. Por otro lado, las personas que tienen familiares con tendencia a mayor producción de colesterol HDL (high density lipoprotein) conocido como colesterol bueno, podrían tener mayor espereza de vida debido que el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares es menor. Lo importante es conocer que este aspecto no lo podemos modificar, pero si opacar.
El estilo de vida: aquí se incluyen las costumbres y elecciones en su alimentación, niveles de actividad física, consumo de drogas, cigarrillo y alcohol, niveles de estrés y el descanso; todas guardan algún grado de relación con el envejecimiento prematuro y aparición de enfermedades que disminuyen la longevidad. La buena noticia que es posible tomar las mejores decisiones y impactar positivamente nuestro envejecimiento.
Detenga el tiempo: Hágalo de forma saludable
Los especialistas indican que las personas que han hecho cambios en su estilo de vida desde los 30 años han logrado un envejecimiento saludable.
- Limitar el consumo de alcohol.
- Evitar el tabaco
- Mantener un peso corporal estable, sin que hayan cambios muy notables año a año
- Realizar actividad física ya que evita la desaparición de la masa muscular a largo plazo.
- Dormir adecuadamente, 7 a 8 horas diarias.
- Alimentarse adecuadamente según los niveles de calorías que requiere para su edad y nivel de actividad física que lleve, procurando lograr el requerimiento de nutrientes.
- Recurrir a opciones como masajes, meditación y el ejercicio para manejar el estrés.
- Evitar el consumo excesivo de bebidas azucaras y otros tipos de alimentos dulces
- Consumir frutas y vegetales diariamente.
- Reír con regularidad
- Asistir a sus controles médicos y odontológicos regularmente.
- Evitar la exposición prolongada a la luz solar y a contaminantes ambientales como humo, pesticidas, entre otros.
- Ser una persona positiva, preocuparse menos.
La juventud eterna aun es un misterio por resolver, de momento debemos ser conscientes de la importancia de tomar la responsabilidad de nuestra propia salud para una futura vejez sencillamente placentera.