El secreto para comer saludable y conseguir el peso ideal

Mié, 01/10/2018 - 13:12
Te contamos todo sobre un concepto nuevo: "alimentación consciente"

¿Alguna vez te preguntaste si existía la posibilidad de una dieta sencilla que realmente funciona?

Pues la respuesta es sí, y ese término se denomina "alimentación consciente".

La alimentación inconsciente a menudo nos lleva a comer de más. Gracias a la alimentación consciente, se puede disfrutar más de la comida, incluso comiendo menos.

Aunque nunca hayas escuchado el concepto de alimentación inconsciente, es muy probable que lo hayas experimentado. ¿No recuerda qué cenaste porque estaba muy concentrado en el programa de televisión que estaba mirando? Eso es alimentación inconsciente. ¿Alguna vez comiste un envase entero de palomitas de maíz en el cine sin siquiera darte cuenta? Eso también es alimentación inconsciente. La alimentación inconsciente en realidad, responde a otras señales que no son el hambre que lo impulsa a comer... y comer. Dado que la alimentación inconsciente hace incorporar muchas más calorías que las que deberíamos consumir, imagina lo que pasaría si cambiaras por completo la “alimentación inconsciente” por la “alimentación consciente”.

¿Qué es la alimentación inconsciente?

La alimentación inconsciente es lo que ocurre cuando comes (y come de más) sin pensar en lo que estás haciendo. Cuando comes de manera inconsciente, no te importa si tienes hambre o no, ni analizas si la porción que estás comiendo es demasiado grande o si la comida tiene buen sabor. Simplemente, comes. Esto ocurre porque no estás prestando atención a las señales internas de tu cuerpo (es decir, aquellas que le indican si tiene hambre o si está satisfecho). En cambio, respondes a otros factores ambientales que lo hacen comer de más.

Supongamos que estás comiendo y su cuerpo te indica que estás satisfecho. Si le prestas atención a esta señal corporal, simplemente dejarás de comer, incluso si todavía queda algo de comida en el plato. Sin embargo, si estás comiendo de manera inconsciente, tu cuerpo no te indica que debes dejar de comer. Por el contrario, usted pasa a depender de factores externos para dejar de comer: el factor que indica que ya no hay más comida en el plato.

Piensa en la última vez que comiste sin tener hambre o en la última vez que comiste de más. Es algo que ocurre muy a menudo. Usted ingresa a la oficina de una compañera de trabajo que tiene un plato lleno de dulces en el escritorio y toma algunos. Pasa a visitar a un amigo que le ofrece algo de comer y usted acepta, incluso cuando acaba de almorzar. No sabe cuántos nachos comió con su cóctel hasta que se da cuenta de que no ya no quedan más. Alimentación inconsciente, inconsciente, inconsciente.

¿Qué es la alimentación consciente?

La alimentación consciente te puede ayudar a comer menos. Cuando comes de manera consciente, intentas prestar mayor atención a las señales internas de hambre y saciedad, y además adquieres más conciencia de qué te impulsa a comer en primer lugar.

Cuando comes de manera consciente, te involucras más con la experiencia alimentaria. Esto significa que la disfrutarás más y que, probablemente, termines comiendo menos. Comienzas a prestar atención al aspecto de la comida en el plato, a los aromas y los sabores. Si estás con otras personas, disfrutas de su compañía. Y si estás comiendo solo, sientes el placer de concentrarte en tu plato y disfrutar de la comida sin distracciones. Mientras comes de manera consciente y disfrutas más la comida, aprendes a sentirte satisfecha con porciones adecuadas, lo cual lo ayuda a reducir la tendencia a comer de más. En realidad, comer menos es uno de los resultados de la alimentación consciente. Y, para algunas personas, es un beneficio maravilloso.

Cómo comer de manera más consciente

Presta atención a por qué comes. En primer lugar, uno de los primeros pasos de la alimentación consciente es prestar más atención a las razones que lo impulsan a comer. La idea consiste en ser más consciente y no juzgarse severamente. Llevar un diario de alimentación puede ser algo muy útil. Cuando sientas la necesidad imperiosa de comer, anota qué le genera dicha necesidad. ¿Tienes hambre? ¿Estás cansado? ¿Estás ansioso? ¿Estás aburrido? Además, califica el nivel de hambre con una escala del 1 al 5, donde 1 significa que “no siente el deseo de comer” y 5 significa que “siente la necesidad imperiosa de comer”. Al cabo de aproximadamente una semana, analiza sus patrones. Si suele comer porque está estresado, debe buscar otras alternativas que le permitan relajarse (como salir a caminar, llamar a un amigo o escribir en su diario). Si observa que su nivel de hambre antes de sentarse a comer es casi siempre 5, debe mejorar la planificación. Por ejemplo, puede tener a mano refrigerios saludables, tales como barras proteicas, frutas o un paquete pequeño de nueces de soja.

Presta atención a cuándo comes. ¿Comes cuando tiene hambre? ¿Comes porque el reloj le indica qué es la hora de comer? El hambre es una señal interna y, como tal, deberías prestarle atención. No debes comer solo porque el reloj te indica que es la hora de comer, a menos que efectivamente tengas hambre.

Presta atención a cómo comes. ¿Comes de pie, en su escritorio mientras trabaja o mientras mira la televisión? En tal caso, es poco probable que esté prestando suficiente atención a su alimentación. En cambio, intenta ser consciente de cómo se alimenta y siéntate a la mesa para disfrutar de la comida. Coloca un mantel individual en la mesa y ponga música; incluso puede atenuar las luces. Relájate y tómate tu tiempo.

Presta atención a qué comes. Cuando prestas atención a lo que comes, significa que elige alimentos nutritivos y atractivos. En vez de actuar en base a tus impulsos, tómate  el tiempo necesario para pensar en qué deseas comer y qué alimentos saludables lo saciarán. Por otra parte, no te estarás alimentando de manera consciente si comes lo primero que tiene a mano solo porque está cerca o si come una barra dulce porque sacia sus ansias momentáneas.

Presta atención a cuánto comes. Controlar el tamaño de las porciones lo ayudará a aprender a identificar cuánta comida necesita para saciar su hambre, que puede ser una porción muy inferior a la que desea comer. Como solemos comer toda la comida que hay en el plato, comience por servirse porciones más pequeñas que las habituales. Sirva los platos en la cocina en vez de llevar las fuentes a la mesa. De esta manera, no sentirá la tentación de servirse más porciones. Haga la prueba de usar platos más pequeños, para que las porciones parezcan más grandes. Y aprenda a dejar de comer cuando esté satisfecho, incluso si esto significa dejar algo de comida en el plato.

 
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