¡Cuidado! Los alimentos ultra-procesados te hacen comer demás

Lun, 06/08/2020 - 12:20
Al parecer, se conoce muy bien las formas de estimular el cerebro humano para encantar con estos alimentos y provocar un consumo constante y excesivo. Conoce más sobre este grupo de alimentos y los peligros para la salud.

¿Te ha pasado que abres una bolsa de papas fritas (chips) y comienzas a comerlas pero sientes que no puedes parar? Es decir, simplemente no tienes hambre, pero, ¡de verdad no puedes te puedes controlar!

Mucho de la explicación del porqué experimentamos esas sensaciones se basa en la estimulación de satisfacción que obtenemos de esos alimentos en nuestros centros cerebrales, motivada por los sentidos.

Estímulos como aromas, texturas, colores y por supuesto sabores -e incluso sonidos- al comerlos, nos llevan a una experiencia alimentaria que causa placer, pero esto puede muchas veces influenciarnos a consumir alimentos poco naturales y más calóricos como lo son los ultra-procesados.

Los alimentos ultra-procesados, según Carlos Monteiro, son: Formulaciones industrializadas, en general baratas, con alto contenido de energía que tienen aditivos, que se producen por una serie de procesos y contienen mínimo de alimentos enteros. Según este mismo autor, estos son fabricados para reemplazar alimentos frescos y otros con mínimos procesos que son utilizados para cocinar.

Según la clasificación de alimentos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), "los productos comestibles altamente procesados (ultraprocesados) son elaborados principalmente con ingredientes industriales, que normalmente contienen poco o ningún alimento entero".

La entidad de salud asegura que "la mayoría de los ingredientes de los productos ultraprocesados son aditivos, que incluyen entre otros, conservantes, estabilizantes, emulsionantes, disolventes, aglutinantes, aumentadores de volumen, edulcorantes, resaltadores sensoriales, sabores y colores. El aumentador de volumen puede ser aire o agua. Se puede añadir micronutrientes sintéticos para "fortificar" los productos. Además, "son diseñados para hacer que los ingredientes parezcan alimentos, pero son generalmente muy diferentes a los productos que promueven".

Algunos ejemplos de estos alimentos son: sopas enlatadas o deshidratadas, sopas y fideos empaquetados "instantáneos", margarinas, cereales de desayuno, mezclas para pastel, papas fritas, bebidas gaseosas, jugos, galletas, caramelos, mermeladas, salsas, helados, chocolates, fórmulas infantiles, leches para niños pequeños y productos para bebés, barras de "energía", muchos tipos de panes, tortas, postres, pasteles, productos "listos para calentar", y muchos otros tipos de productos de bebidas y "snacks".

La OPS advierte que existe un riesgo para la salud en el consumo de estos alimentos ultraprocesados debido a que 

  1. Son nutricionalmente desequilibrados.
  2. Son de alta densidad energética.
  3. Puedan crear hábitos de consumo y adicción. 
  4. Son fáciles de consumir por lo que pueden fácilmente desplazar comidas y platos preparados a partir de alimentos que son nutritivos. 
  5. Se promueven y se ofrecen por mecanismos que son engañosos, pretendiendo imitar a los alimentos naturales o platos tradicionales, usando aditivos que reproducen aromas, sabores y colores. 
  6. Crean una falsa impresión de ser saludables,

 

Por qué los consumimos

Al parecer, se conoce muy bien las formas de estimular el cerebro humano para encantar con estos alimentos y provocar un consumo constante y excesivo.

En el 2019 Kevin D. Hall et al realizó un estudio con una muestra pequeña, donde pudo reunir a 20 adultos con peso estable y sanos, de aproximadamente 32 años. El objetivo era controlar el tipo de alimentos que ingerían durante 4 semanas, sin embargo, cada uno podría escoger cuanto comer. Fueron expuestos dos  semanas a comidas ultra-procesadas y otras dos a comida más natural. Se equilibraron la cantidad de macronutrientes, sal y fibra para que fuese lo más homogéneo posible en ambos tipos de comidas.

Al comparar el comportamiento de los estudiados frente a una u otra comida se observó un aumento en el consumo de alimentos ultra-procesados que se traduce a mayor ingesta de calorías, aproximadamente 500 más en comparación al comportamiento frente a alimentos más naturales.

Este excedente de calorías provino sobre todo del consumo de carbohidratos y grasa, pero no de proteínas. Recordemos que cada participante podía comer la cantidad que considerara necesaria y las comidas estaban ajustadas con las mismas calorías nutrientes, sin embargo, parece haber un estímulo mayor en los ingredientes de los alimentos ultra-procesados, además hay que considerar que estos suelen tener menos agua y más calorías por lo que cada mordisco puede ser menos saciante y hacer sentir que necesitas comer más cantidad para lograr que el estómago se llene.

Como era de esperarse, ese exceso de calorías al consumir los ultra-procesados se tradujo a su vez en aumento de peso, el cual fue perdido al comer comida más natural.

Recomendaciones

Aunque estos alimentos suponen un apoyo en el día a día para reducir el tiempo en la cocina y hacernos la vida más “fácil”, los perjuicios a la salud son más impactantes; por ello te sugerimos optar por más alimentos naturales y saludables en tu dieta.

  • Inicia por escoger frutas y vegetales frescos, aunque los congelados pueden ser una buena opción, siempre y cuando no tengan otros ingredientes añadidos.
  • Como guarnición en las comidas, opta por verduras, cereales, menestras y otros que sean frescos y preparados en casa.
  • Siempre lee la lista de ingredientes, si en esta observas un número mayor a cinco ingredientes (entre ellos azúcar, jarabe de maíz alto en fructosa, harina refinada, aceite vegetal, sal) estás frente a un alimento alejado de su estado natural, evalúa las opciones adicionales que puedas llevar.  

 

Leer más: 3 secretos para bajar de peso

  • Compartir: