Mar, 07/06/2021 - 10:23
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El Ministerio de Defensa de Ucrania ha sido duramente criticado por los planes de que las cadetes marchen con tacones altos en un desfile militar para celebrar la independencia del país el próximo mes.
Las cadetes ucranianas marchan en un ensayo en fila con pantalones de camuflaje y una camiseta de color oliva. Hasta aquí todo normal, si no fuera por un detalle: llevan zapatos de tacón, lo que ha suscitado críticas al Gobierno y ha revelado un problema más amplio de sexismo e incluso de acoso en el Ejército.
El origen del "escándalo de tacones" son unas fotografías del Ministerio de Defensa del ensayo el pasado día 1 de las cadetes para el gran desfile militar que tendrá lugar el 24 de agosto con motivo del 30 aniversario de la independencia de Ucrania.
"Hoy fue nuestro primer ensayo en tacones. Es un poco más difícil que en botas militares, pero hacemos lo que podemos", dijo entonces la cadete Ivanna Medvid, citada por el ministerio.
Las imágenes desataron indignación y acusaciones de sexismo en la sociedad ucraniana y la política del país.
Tres ministras, entre ellas la de Asuntos Veteranos, afirmaron en una declaración conjunta que "zapatos con tacones son incompatibles con la preparación para el combate" y que marchar con ellos daña la salud de las cadetes.
Denuncias de sexismo
Un grupo de diputados protestó en una sesión plenaria ante el ministro de Defensa, Andrii Taran. La vicepresidenta del Parlamento, Olena Kondratiuk, le espetó que "es una vergüenza total".
"¿Es así como acerca a nuestro país a los estándares de la OTAN?", preguntó a Taran.
Las organizaciones de la sociedad civil y de veteranos también condenaron el plan de Defensa, diciendo que presentaba a las mujeres en el Ejército no como profesionales, sino como objetos y "un deleite para los ojos de los hombres".
Si bien se han logrado muchos avances en la modernización del Ejército para adecuarlo a los estándares de la OTAN, el problema de las actitudes patriarcales hacia las mujeres aún persiste, dijo a Olga Reshetilova, coordinadora en la ONG Media Initiative for Human Rights.
Desde 2014, cuando comenzó la agresión rusa contra Ucrania, muchas mujeres ucranianas se alistaron en el Ejército. Actualmente hay 31.000 mujeres, un 15 % del personal militar.
"Muchas mujeres ucranianas se unieron al Ejército en los últimos años. Se adoptó un nuevo estatuto militar que eliminó muchas limitaciones para las mujeres, como la prohibición de ocupar ciertos cargos, por ejemplo, ser parte de unidades de mortero o tanques", dijo Reshetilova.
"Sin embargo, el problema del sexismo e incluso el acoso sexual en el Ejército todavía existe y no se denuncia. Y la situación con los tacones altos es solo la punta del iceberg", sostiene.
El ministerio de defensa a la defensiva
En respuesta al escándalo, el Ministerio de Defensa dijo primero que los tacones formaban parte de un uniforme para ocasiones especiales, aprobado en 2017, y que se usaba este tipo de calzado también en otros países para las cadetes.
Posteriormente Taran se reunió con algunas de las mujeres afectadas y en un vídeo colgado en redes sociales una de ellas se quejó tímidamente de que los tacones eran incómodos para desfilar.
Mandos militares preguntaron a las cadetes si era verdad que el 99 % de ellas apoyaban el uniforme de gala, a lo que respondieron "sí" al unísono, lo que generó nuevas críticas.
"Es obvio que las mujeres en el vídeo no pueden expresarse libremente en presencia de sus superiores", afirmó Reshetilova.
Después de la reunión, el ministerio afirmó que mantendría el uniforme para el desfile del 24 de agosto, pero que se sustituirían los tacones por un calzado nuevo "mejorado y ergonómico".
El valor de denunciar
Reshetilova opina que el escándalo pone de relieve que, las militares todavía no toman decisiones y no pueden proteger sus propios derechos cuando se trata de problemas más serios, como el abuso sexual.
Su ONG ha brindado apoyo a Olga Derkach, una de las dos únicas víctimas de acoso sexual en el Ejército ucraniano que tuvieron el coraje de denunciarlo públicamente.
La experta cree que hay decenas de casos de abuso que no se han denunciado porque las mujeres temen perder su trabajo.
La teniente coronel Derkach, de 43 años, acusó en enero a su superior, el coronel Oleksandr Krivoruchko, de 54 años, de acoso sexual.
Desde 2015, según contó Derkach, sufría acoso, toques indeseados y acoso por parte de Krivoruchko.
"Primero fue de palabra y luego pasó a las acciones físicas. Me tocó, me abrazó, me besó y puso su mano debajo de mi ropa. Era una norma en nuestra unidad militar que las subordinadas tuvieran que besarlo en fila por la mañana. A menudo, simplemente te paraba en el pasillo y te obligaba a besarte", dijo.
Derkach dice que el escándalo de los tacones muestra que las mujeres en el Ejército ucraniano todavía no tienen voz y tienen que hacer concesiones dolorosas para sobrevivir. Tiene la esperanza de que cambie, también debido a su caso. EFE
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