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Te contaré algunos de mis secretos fáciles de imitar que te ayudarán a ahorrar dinero de la manera en que menos lo pensaste.
Escribir esta columna definitivamente que me ha concientizado acerca del dinero que pasa por nuestras manos. Mis decisiones de compra son mucho más pensadas y he sistematizado algunos procesos, para cumplir con mis metas financieras.
También me he percatado del dinero que pierdo por errores fáciles de evitar. Aquí te los comento para que no te pase a ti:
Mantener más dinero de lo necesario en la cuenta corriente: muchas personas tenemos una cuenta corriente (que no paga interés) y cuenta de ahorros (que sí lo paga). Usualmente recibimos la quincena en la corriente y la dejamos ahí mientras pagamos las cuentas. Esto es un error, debemos calcular cuánto dejar y pasar el resto a una cuenta que pague interés. ¿Por qué perder ese dinero?
No revisar las cuentas: Desde que empecé a repasar las cuentas en los restaurantes, puedo asegurarte que de cada 10 veces, en cuatro encontraba errores. ¡Revisa, revisa, revisa! Millas y puntos: Leí recientemente que anualmente se pierden miles de millones de millas y puntos de programas de lealtad que nunca se han solicitado. Apunta los números de afiliación y claves de programas de lealtad y revisa para conocer tu saldo.
Cuentas de banco olvidadas: hace poco descubrí entre papeles viejísimos un número de cuenta. Resulta que fue una cuenta de ahorros que abrieron mis padres cuando era niña. Vagamente recuerdo haber usado el dinero, pero dejé un saldito que con el pasar de los años creció un poco. No fue mucho, pero es dinero que literalmente no sabía que tenía.
Ignorar los fondos de pensiones privadas: creo que en uno de cada tres artículos hablo de este tema. Insisto tanto porque lo descubrí tarde y no quiero que le pase a más nadie. No ahorrar en estos productos es privarte de dinero y dárselo al Gobierno. Te explico: Imagínate que ganas $1,000. Normalmente te hacen deducciones por impuesto sobre la renta basado en tu salario. Sin embargo, si decides ahorrar $100 mensuales, las deducciones te las harán sobre $900. Es decir, esos $100 se ahorran y así ganas interés y al mismo tiempo pagas menos impuestos. Mis favoritos son Progreso y Profuturo.
Cuentas que se cobran automáticamente: Muchas personas dan su tarjeta de crédito para pagar cuentas automáticamente y luego no usan el servicio. Me ha pasado con páginas de internet en donde me suscribo. Usualmente son pagos tan chiquitos que pasan desapercibidos y hasta pereza da cancelarlo. No comparamos: Al cotizar préstamos o hipotecas, tenemos que comparar por lo menos cinco ofertas. Ese pequeño puntito de diferencia en la tasa de interés representa miles de dólares mientras dure el préstamo. Hay muchísimas calculadoras “online” que te demuestran la diferencia en pagos por un pequeño cambio en la tasa de interés. No siempre el banco en donde tienes todos tus productos es la mejor opción. Cuenta de electricidad: he visto disminución en mi cuenta con solo desconectar los electrodomésticos que no usamos todo el tiempo (tostadora, cafetera, microondas, etc.) y estar conscientes en apagar las luces y televisores cuando salimos de un cuarto.
Regatear: Confieso que no es mi fuerte. Sin embargo, he visto cómo personas mucho más exitosas que yo lo hacen y casi siempre les resulta. La mayoría de los comerciantes están dispuestos a rebajar el precio. Recuerda que puedes revisar el resto de mis artículos en www.finanzasmujer.com.
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