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Tus pies son los encargados de darle el soporte a todo tu cuerpo. Pero también son el reflejo de la personalidad, dice el libro “Los pies, reflejo de la personalidad”, el cual explica cómo cada dedo, su postura, forma y separación representan las emociones. No obstante, en este artículo nos vamos a enfocar en los descuidos más comunes que cometen las mujeres con los pies.
Usar el zapato inadecuado
La mayoría de las personas tiende a comprar una talla de calzado que no es la correcta, afirman los expertos. Algo muy particular en el tema es que algunas mujeres tienen una obsesión con los zapatos, que aunque no les queden o al revés (les queden grandes), se los llevan, y ni hablar si están en descuento. Lo cierto es que escoger la talla incorrecta produce daños, entre los que se pueden mencionar: alteración de los dedos, presiones inadecuadas en las articulaciones que ocasionan ampollas, callos y dolores. Aparte de esto, es algo muy incómodo y doloroso llevar zapatos apretados, etc.
El sobrepeso
Nuestros pies están diseñados para soportar el peso normal de nuestro cuerpo, pero al tener un par de libras se vuelve más difícil para ellos llevar el soporte, ya que el aumento trae consigo que el ancho del pie cambie. ¿Qué afecta? Los ortopedas mencionan que se pueden generar dolores en el pie y tobillo, en los músculos. Incluso podría haber fracturas, además de deformidades.
Llevar siempre zapatos con tacón
Un reciente estudio realizado por la Asociación de Ortopedia de Nueva York informó que los peores zapatos son los que tienen el tacón de aguja. Esto se debe a que el peso del cuerpo recae donde están los dedos, lo que causa una gran presión en un solo punto. A su vez, las rodillas y las caderas se inclinan hacia adelante y afectan el equilibrio general del cuerpo, y debilitan la salud de las piernas y la espalda. Ser sedentario Está demostrado que hacer ejercicio es bueno para tu salud. Se debe realizar estiramientos para mantener la elasticidad articular. El sedentarismo promueve la difícil circulación que termina en inflamación y venas varicosas, entre otros padecimientos. Por lo que te recomendamos que pongas en movimiento tus piernas. Si no tienes tiempo, algo muy simple es subir las piernas contra la pared. ¡Ah!, y no te olvides de una pedicura.
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