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El exceso de peso es un importante factor de riesgo para el desarrollo de la apnea de sueño, trastorno que puede desencadenar enfermedades cardiovasculares.
El ritmo acelerado de nuestros tiempos ha llevado al ser humano a adoptar hábitos alimenticios inadecuados que, sumados al sedentarismo, con el tiempo van deteriorando seriamente la salud. No es de extrañarse que la obesidad haya alcanzado proporciones epidémicas a nivel global. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren como mínimo 2,8 millones de personas a causa de la obesidad o sobrepeso, que consisten en una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud.
Esta condición tiene además un impacto devastador sobre la calidad de vida, afecta la movilidad cotidiana e incluso el descanso nocturno, siendo la apnea del sueño uno de los trastornos más frecuentes en personas obesas.
“La obesidad es un importante factor de riesgo para el desarrollo de la apnea del sueño, estando presente en el 60-90% de los pacientes con síndrome de apneas-hipopneas del sueño (SAHS). Se estima que por cada unidad de incremento del índice de masa corporal el riesgo asociado de padecer un SAHS aumenta un 14%. Muchos pacientes obesos con SAHS, reducen su severidad al disminuir su peso” explica el Dr. Diego García-Borreguero, director internacional del Instituto Europeo del Sueño (IES), con sede en Panamá, Madrid y Chile.
Existen muchas causas, sin embargo, uno de los mayores factores de riesgo para padecer apnea del sueño es la obesidad. La acumulación de grasa a nivel del cuello dificulta el paso del aire por la noche hacia los pulmones. Este riesgo aumenta con la edad, alcanzando un valor máximo entre la quinta y la séptima década de la vida, y con el sexo masculino con una incidencia 2,5 veces superior a la de las mujeres, aunque a partir de la menopausia aumenta la incidencia en mujeres.
Para poder confirmar cualquier sospecha de padecer apnea del sueño, se debe realizar un estudio en un centro especializado en patología del sueño como es el caso del Instituto Europeo del Sueño en Panamá. Acudir a tiempo donde los especialistas antes de que la apnea se vuelva severa es el primer paso para prevenir problemas mayores.
Además de la pérdida de peso, el IES recomienda a las personas que están sufriendo de trastornos de sueño, para evitar posibles problemas cardiovasculares, tomar las siguientes medidas de higiene de sueño:
- Establecer un horario regular para dormir y despertarse
- Evitar la ingestión excesiva de alcohol 4 horas antes de acostarse.
- No fumar
- Evitar la cafeína 6 horas antes de acostarse (café, té y refrescos)
- Evitar los alimentos pesados, picantes o azucarados
- Hacer ejercicio regularmente, pero no justo antes de acostarse
- Habitación con temperatura de sueño cómoda y bien ventilada
- Bloquear todo el ruido que distraiga y eliminar la mayor cantidad de luz posible
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