- Mente y Cuerpo
La energía que te vamos a mencionar aumenta la producción de testosterona, una hormona que dispara la agresividad.
Con el calor, el cuerpo sufre cambios —aumenta el ritmo cardiaco, la circulación sanguínea, el sudor y se producen cambios metabólicos— relacionados con la actividad del sistema nervioso. El calor también aumenta la producción de testosterona, una hormona que dispara la agresividad. Las personas están más irritadas y se altera su estado de ánimo. Pero no solo eso. Las estadísticas revelan que en verano aumentan las rupturas de pareja; más de un 20% se producen en época estival.
Un dato curioso es que casi todas las guerras empezaron en verano: la Guerra Civil, la Revolución Francesa y las dos Guerras Mundiales, entre otros. También hay estadísticas que señalan un incremento del número de robos y asesinatos en grandes ciudades durante el verano.
Un estudio de la Universidad de Stanford revela que mínimas variaciones de temperatura pueden generar violencia. Concretamente, señala que bastaría subir la temperatura de algún país de clima cálido, por ejemplo, en el continente africano en 0.35°C durante un año o de algún estado norteamericano 3°C durante un mes.
Otro de los peores efectos del calor es la dificultad para conciliar el sueño por las noches. El insomnio es el causante de que muchas personas se levanten con mayores niveles de ansiedad. Según datos la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 20% de la población sufre de forma transitoria dificultades para dormir durante el verano.
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¿Sabías esto? Una manera de evitar el calor es disponer de un equipo de aire acondicionado puede ayudar a dormir mejor y mejorar esa sensación de malestar crónico y el mal humor. Una vez lo tengas, debes seguir algunos consejos que te ayudarán a usarlo de manera correcta durante las olas de calor:
- Regular el termostato entre 23-24oC. Cada grado que se disminuya la temperatura supondráì un consumo de un 8% más de energía.
- No ajustar la unidad a una temperatura inferior a 22 oC -23oC, no enfriarámás rápido y resultará un gasto innecesario de consumo eléctrico.
- Recordar que una diferencia de temperatura entre el interior y el exterior de la vivienda superior a 12oC no es saludable.
- Bajar la temperatura de la habitación antes de ir a dormir, bien refrescando la atmósfera o utilizando el aire acondicionado en modo Nocturno, que permite ahorrar energía impidiendo enfriar en exceso el ambiente durante la noche.
- Limpiar los filtros del equipo de climatización de forma regular para mejorar el rendimiento del equipo. Ayuda a ahorrar energía y evita que se acumule polvo u otras partículas que puedan ocasionar malos olores.
Según un estudio realizado por Daikin, proporcinadores de esta información, 8 de cada 10 personas afirman que no podrían dormir en verano sin aire acondicionado. ¿Te pasa?