- Mente y Cuerpo
También conocidas como “arañitas”, las várices no son más que dilataciones de las venas que se elevan a la superficie de la piel y que por diversas razones, no cumplen correctamente su función de llevar la sangre de retorno al corazón, y hacen que la misma se acumule en ellas y se dilaten. Es una enfermedad antiestética para las mujeres y en algunos casos un camino de dolorosa tortura.Estas molestas venitas son —en gran medida— producto del cansancio de las piernas, por tener que soportar el peso corporal durante el pasar de los años, por lo que se puede deducir que el sobrepeso es uno de los principales enemigos que hay que atacar si se padece de este mal.
Detectar la aparición de várices es una tarea sencilla, puesto que estas se aprecian a simple vista, pero los síntomas pueden aparecer antes, dando la oportunidad de atacarlas antes de que sean visibles ya sea palpándolas o haciendo un examen de sangre que evalúe el flujo sanguíneo.
Actualmente existen varias formas de tratar las várices. Las hay menos invasivas, como métodos de descanso en general —incluso existen medias con ajuste de presión especiales para las várices, que a diferencia de las comunes, ayudan a evitar que la sangre se vaya hacia las venas más pequeñas y cercanas a la piel, lo que brinda un gran alivio— y otras más agresivas que solo debes practicarlas con especialistas en el área y son el láser y la operación que puede llegar a requerir hospitalización y periodo de reposo posoperatorio, todo con el objetivo de extraer la mayor cantidad posible de venas varicosas. El principal inconveniente es que el procedimiento deja cicatrices, además de no eliminar la tendencia a desarrollar nuevas várices. De igual manera, es importante mantener al médico informado de cualquier cambio que se pueda observar, como dolores que no había antes o si se experimenta una hinchazón sospechosa, enrojecimiento en el área o fiebre.
Consejos para evitar su aparición
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El ejercicio fortalece las extremidades y las hace menos propensas al cansancio. Caminar o nadar de 30 a 45 minutos al día son ejercicios que dan resultados increíbles, ya que contraen las venas haciendo que se vacíen y logran enviar correctamente la sangre hacia el corazón.
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Se debe mantener un peso adecuado en proporción a la altura del cuerpo (cuando engordamos estamos recargando las venas de las piernas).
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Es importante evitar calores excesivos, como el del horno o la exposición al sol.
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Las personas que tienen antecedentes familiares con padecimiento de várices son más propensas a sufrir de ellas que aquellas sin esta condición, por lo que deben tomar medidas preventivas, ya que la predisposición genética es irreversible.
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El áloe vera o sábila es uno de los mejores remedios naturales para las várices. Puedes aplicar la pulpa de la planta a diario directamente sobre las zonas afectadas. No solo te ayudará a prevenirlas, sino que te brindará frescura.