3 mil millones de personas no tienen cómo lavarse las manos contra el Covid-19

Dom, 03/22/2020 - 09:59
El Día Mundial del Agua (22 de marzo) es oportuno para pensar sobre la importancia del recurso, que hoy frente a la crisis mundial por coronavirus toma mayor relevancia.

Este domingo 22 de marzo se conmemora, como hace 27 años, el Día Mundial del Agua, con el fin de dar importancia a todas aquellas situaciones que se viven en todo el mundo, vinculadas al recurso. Pero este año la fecha llega en medio de la crisis global por la pandemia del Covid-19, donde la principal medida para evitar contagiarse es, además de quedarse en casa, lavarse las manos constantemente. Entonces, el recurso invaluable toma aún más importancia en nuestras vidas. 

Por desgracia, casi tres mil millones de personas en el mundo no tienen cómo lavarse las manos contra el coronavirus, según afirma la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que instauró la conmemoración desde 1993. "Si tú tienes acceso a agua de calidad y jabón, sigue los pasos y únete a la campaña #ManosLimpias (#SafeHands en inglés). Por tu comunidad y por ti... Este #DíaMundialDelAgua, vamos a mostrar lo responsables que somos lavándonos las manos y luchando contra #COVID19", dice en su sitio web el organismo.

El agua y el cambio climático

Como cada año este día viene presidido por un lema, que en 2020 es: “Agua y Cambio Climático”. "Este año (la fecha) se centra en el binomio agua y el cambio climático, y cómo los dos están inextricablemente vinculados", señala.

La campaña muestra cómo el uso que hagamos del agua puede ayudar a reducir las inundaciones, las sequías, la escasez y la contaminación, así como a combatir el cambio climático.

"Al adaptarnos pulatinamente a los efectos que el cambio climático puede ocasionar sobre el agua, protegeremos la salud y salvaremos vidas. En sentido inverso, si nosotros usamos el agua de manera más eficiente, también reduciremos los gases de efecto invernadero", agrega.

El mensaje clave de la ONU para este día se resume en 3 puntos relevantes:

  • No podemos darnos el lujo de esperar. Los responsables de la política climática deben poner el agua en el centro de los planes de acción.
  • El agua puede ayudar a combatir el cambio climático. Existen soluciones de agua y saneamiento sostenibles, asequibles y escalables.
  • Todos tienen un papel que desempeñar. En nuestra vida diaria, hay pasos sorprendentemente fáciles que todos podemos tomar para abordar el cambio climático.


El agua mueve a Panamá

El agua es fundamental para el desarrollo de la vida humana. Sin agua no hay vida. El agua es un derecho y es fundamental para la supervivencia de los seres humanos. Influye en la energía, la producción de alimentos, los ecosistemas saludables y forma parte crucial de la adaptación al cambio climático, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU).    

La importancia del agua en el desarrollo socioeconómico es tal, que constituye el sexto Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS). La consecución de este objetivo se ha planteado para que contribuya en el progreso de otros ODS, principalmente en salud, educación, crecimiento económico y medio ambiente.

Más allá de esto, Panamá es, literalmente, un país movido por el recurso, entonces es nuestro deber como sociedad doblar los esfuerzos para preservarla desde las fuentes de agua dulce, que son las cuencas hidrográficas . Ya se ha adelantando que las guerras del futuro pudieran ser a causa de este invaluable recurso.

Según el Plan Nacional de Seguridad Hídrica 2015-2050: Agua para todos, Panamá es un país con un importante patrimonio hidrológico, sustentado en una precipitación media anual de 2,924 litros de lluvia por metro cuadrado; con más de 500 ríos que dividen el territorio naturalmente en 52 cuencas hidrográficas (fuente principal del agua dulce que consumimos).
 
El país cuenta con buenos recursos hídricos; sin embargo, estos se distribuyen de manera desigual a lo largo del año. Entonces, el reto para Panamá es manejar esa cantidad de agua que tenemos, de modo que podamos tener más agua en la estación seca y menos efectos por la lluvia cuando hay un exceso de agua.
 
El Istmo tiene una disponibilidad total de agua dulce de 119 mil millones de metros cúbicos —de los cuales se utiliza solo el 25.8%— , pero hay situaciones ambiguas: mientras una parte de la población la derrocha (el país lidera el consumo per cápita de Latinoamérica con 370 litros diarios), hay comunidades que carecen del suministro.
 
Según el Censo (de 2010), 53 mil 161 panameños dependían de la lluvia o el carro cisterna; más de tres millones disponía de acceso a agua potable a través de conexión domiciliaria y alrededor de 222 mil tenía acceso sin conexión domiciliaria.
 
Además de ser un recurso abundante en el Istmo, el agua representa un elemento estratégico, debido a que el Canal de Panamá depende de este para el funcionamiento óptimo y eficiente de sus operaciones. En la actualidad la Autoridad del Canal desarrolla un plan para establecer espacios de depósito del líquido.
 
 

Cómo cuidarla para que no se nos escurra

Hay muchos factores que influyen en la falta de agua, desde el cambio climático hasta el exceso en el consumo. Toca enfocar los esfuerzos en controlar estas dos causas.

La ONU ha advertido que para 2050, hasta 5,700 millones de personas podrían estar viviendo en áreas donde el agua es escasa durante al menos un mes al año. "Un sistema de saneamiento y un suministro de agua adaptados al cambio climático podrían salvar la vida de más de 360 000 bebés cada año". El organismo propone que "si limitamos el aumento del calentamiento global a 1.5°C por encima de los niveles preindustriales, podríamos reducir la sequía causada por el clima hasta en un 50%".

Cada uno de nosotros debe poner su granito de arena y ser conscientes de que el agua la necesitamos todos; por eso, es deber de todos cuidar nuestra agua y nuestros recursos naturales.

Por ejemplo, desde los gobiernos se deben hacer leyes y regulaciones, para que todas las instituciones estén comprometidas en el manejo eficiente del recurso.  Y en las escuelas se debe incorporar programas de educación ambiental.

En casa también podemos ayudar con acciones que minimicen nuestra huella en el planeta como ahorrar energía, depositar correctamente la basura para que no termine en los ríos y mares, y aplicar las tres R (Reducir, Rutilizar y Reciclar). Además de consumir el agua de forma prudente  y no desperdiciarla: lavarse las manos y bañarte en un tiempo corto, lavarse los dientes y afeitarse con el grifo cerrado, tratar de lavar con la lavadora lo más llena de ropa posible, reutilizar el agua con que lavaste las verduras para regar las plantas, etc.
 
Es fundamental reflexionar y tener una cultura del agua, siendo conscientes de que sí escasea —contrario a lo que nos enseñaron en la escuela—. Pagar la factura y tener un consumo responsable del líquido es una buena forma de empezar.
 

Leer más: Acciones para evitar que el agua se escurra de nuestras manos

  • Compartir: