LO QUE NECESITAS
En el mercado hay varios productos para este propósito, te sugerimos este champú que hará lo mismo y cuesta menos.
JABÓN LIMPIADOR
Pasa tus brochas por agua tibia, en la palma de tu mano aplica un poco del producto limpiador (del tamaño de una moneda de $0.25), en este caso champú de bebé. Con movimientos circulares mueve las cerdas de la brocha, sé gentil al hacer los movimientos, sino puedes dañarla.
BROCHAS DE ÁNGULO
El paso anterior repítelo hasta que el agua salga limpia. Si tienes brochas planas o de ángulo entonces no tienes que hacer movimientos circulares. Simplemente muévela de atrás hacia delante, enjuaga y repite el procedimiento hasta que veas que el agua salga clara.
REMUEVE EL EXCESO DE AGUA
Usa papel toalla y elimina el excedente de agua de las cerdas. Pasa la brocha suavemente por el papel, así te darás cuenta si verdaderamente está limpia. Obviamente sino, deberás repetir los dos pasos anteriores. Debes asegurarte que el papel esté intacto cuando pasas la brocha.
DEVUÉLVELES LA FORMA
Cuidadosamente, y con las manos, manipula la brocha para regresarla a su forma original. Házlo antes que se seque. TIP: Si la brocha está muy sucia, aplica aceite de oliva y remueve un poco la suciedad, luego procede con el champú. Si está muy dura aplica acondicionador.
SÉCALAS INCLINADAMENTE
Pon tus pinceles en el borde de un plato poco profundo o si quieres pon una toalla y debajo una botella (como en la foto). La colocación en un ligero ángulo asegura que el agua fluya hacia abajo y que no quede nada en el cabezal de la brocha, cosa que podría oxidar el metal.
IMPORTANCIA DE LAVARLAS
Cada semana es importante limpiar las brochas de uso personal, los maquilladores lo hacen después de usarlas. Para evitar el contagio de bacterias, acné, irritaciones o incluso dañar tu propio maquillaje. Incluso te recomendamos no compartir tu maquillaje con nadie.
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