¿Pensando en bajar de peso?

El querer bajar de peso se ha vuelto popular, a diario se puede ver cómo cada anuncio comercial promueve la última dieta maravilla o máquina de hacer ejercicios. Sin embargo, debemos saber que estos no le funcionan a todas por igual, esto porque cada organismo funciona diferente, todas tenemos un metabolismo diferente. Adicionalmente, hay quienes por razones médicas se les dificulta perder esas libras de más.

 

Por lo tanto, es importante que seas precavida al tomar pastillas o realizar alguna dieta u otro tratamiento, ya que puedes afectar tu salud. En este caso lo primero es que busques asesoría profesional, una nutricionista es lo más recomendable para empezar.

 

Ahora bien, existen otras estrategias que son básicas para lograr tu meta. Te las compartimos:

 

Lee las etiquetas de los productos. Conocer lo que dicen es una manera efectiva de escoger los alimentos que son nutritivos y también de evitar aquellos que estén saturados en azúcar y grasa.

 

Verifica el tamaño de la porción. Esto es clave para entender el resto de la información nutricional. Por ejemplo, las calorías, el sodio y la fibra son una porción. Si come dos raciones de los alimentos, estará comiendo el doble de las calorías y obteniendo dos veces la cantidad de los nutrientes, tanto los buenos como los malos.

 

El estrés y las hormonas son responsables de que en ocasiones nos entren las ganas de comer algo dulce. Una de las cosas que puedes hacer cuando te antojes es buscar una opción más saludable, sugerimos: yogurt griego sin grasa con maní tostado y un chorrito de miel.

 

Este es un punto que no puedes evitar, si quieres reducir tallas debes practicar algún tipo de actividad física. Las alternativas son muchas, puedes caminar e incluso practicar deportes en tu propia sala. Si no quieres perderte tu novela favorita, descuida, porque lo único que necesitarás es algo de espacio. Algunos ejercicios son: sentadillas, lagartijas (“push-up”). Incluso puedes subir y bajar las escaleras varias veces.

 

Aquellos días en que te levantes sin ganas de nada, recuerda que un esfuerzo es solo el principio. No dejes que tu mente te domine y levántate de la cama. Puedes poner una alarma que te despierte en las mañanas o decirle a tu pareja o amigos que te acompañe