Síndrome del abuelo esclavo y por qué cuidar nietos no debe ser obligación

Lun, 07/27/2020 - 12:05
  • Familia
A propósito del "Día de los abuelos" (26 de julio), analizamos el papel de esta figura en la crianza moderna. Los abuelos pueden echar una mano y cuidar por necesidades puntuales, pero no debe ser por irresponsabilidad y desconexión de los padres y a costa de su salud.
Se necesita una tribu para criar niños”. Nunca le presté atención a esta frase hasta que me convertí en mamá y entendí sobre la gran responsabilidad, energía, tiempo, dedicación y conciencia que requieren nuestros hijos a lo largo de sus vidas. 
 
 
Hablar de la crianza es, sobre todo, referirse a los padres como cuidadores principales y el impacto positivo (o negativo) que tienen en sus pequeños. Sin embargo, en la actualidad también ha cobrado mucha fuerza el tema de los abuelos como figuras importantes.
 
 
La era tecnológica, los avances de la medicina respecto al envejecimiento y la inserción creciente de las madres en el mundo laboral, son algunas de los movimientos que han contribuido a resaltar a los abuelos en los sistemas familiares. 
 
 
Desde los años cincuenta se analizan las funciones de los abuelos, el estudio INFAD 2010 arroja entre sus resultados muchos roles. Los abuelos pueden llegar a ser: 
 
  • Los historiadores familiares. Aquellos que se encargan de compartir las historia de la familia y fortalecer los lazos intergeneracionales para que los nietos refuercen su sentido de pertenencia.
  • Los amortiguadores entre padre e hijos. Los primeros estudios hablaban de los abuelos como las personas que aliviaba las tensiones en los padres y los hijos, dando un espacio a la empatía, la conciliación y tener relaciones familiares más armoniosas.
  • Los fortalecedores de valores y morales. Los abuelos tienden a relatar mucho cómo se hacían las cosas antes y buscan preservar lo correcto y promover lo justo, con el objetivo de guiar a las nuevas generaciones por el buen camino. Muchas veces ponen las pautas y los límites jerárquicos. 
  • Los juguetones y compañeros. Son quienes dedican mucho tiempo a vivir la experiencia desde la visión del niño con creatividad y paciencia. Inclusive, alejan a los peques de los aparatos tecnológicos para llevarlos a pasar más tiempo al aire libre; así como crecieron ellos. 
  • Los autoritarios. También existen abuelos que son vistos como muy estrictos en marcar la diferencia de roles y el respeto a los mayores. Esto ocurre más en los abuelos desempleados o viudos. 
  • Los abuelos cuidadores y de crianza. Existe un rol en auge, que es cuando los abuelos crían a los nietos por diversos motivos como familias uni-parentales, padres ausentes por trabajo, condiciones económicas y sociales adversas y a veces negligencia de los padres. Estos abuelos se convierten en los cuidadores principales de sus nietos muchas veces por voluntad propia, pero también se menciona por irresponsabilidad de los padres.

 

Síndrome del abuelo esclavo: cuando el cuidado es una carga

Los abuelos pueden ser esto y más, y aunque no hay un modelo exacto de lo que debe ser o no, sí existen diferencias entre ser abuelo y ser padre. Cuidar de los nietos debe ser algo voluntario y placentero, mas no implicar responsabilidades con las que se sientan sobrecargados.  
 
 
Los gerontólogos mencionan que los abuelos puedan llegar a vivir sentimientos de estar atrapados y resentirse con los nietos. Se habla del síndrome del abuelo esclavo: una persona saturada, que no ve el cuidado de los nietos como algo placentero sino como una obligación que le provoca estrés, pero  es incapaz de manifestar que se siente atrapada porque no se atreve a quejarse con sus hijos por miedo a dañar  la relación. 
 
 
Los abuelos pueden echar una mano y cuidar por necesidades puntuales, pero no debe ser por irresponsabilidad y desconexión de los padres y a costa de su salud. Es por esto y más que se debe asegurar que tanto los abuelos como los nietos se sientan cómodos y tranquilos con las actividades, responsabilidades y el tiempo de interacción, y así para poder cuidar esa relación especial.     

 

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