Los niños y la desnudez de los padres

Mar, 09/22/2015 - 18:44
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La desnudez, como tal, debe ser tratada con naturalidad, "alrededor del 85% de los padres presentan dudas sobre cómo hablarlo o tratar el tema con sus hijos”, indica la psicóloga panameña Geraldine Emiliani, y añade que es frecuente que cuando el niño o la niña los sorprende, los padres corran a taparse, lo que es un gran error. Así también, opina la sexóloga Mónica Poblado, del sitio Guía Infantil, que el mostrarse desnudos ante los niños tiene una parte positiva, y es la naturalidad del cuerpo. “Los padres deben ser modelos de que se sienten cómodos con su cuerpo, esto también los ayudará a sustentar la curiosidad cuando sean más grandes”, dijo Poblado.

No obstante, cuando se habla de este tema, se debe tomar en cuenta que no todos los padres se sienten cómodos con esta situación, e incluso hay factores culturales en las familias, a lo que Poblado indicó: “Cada padre y madre debe tener en cuenta cuál es el límite… todo dependerá de la actitud, el diálogo, la comunicación”.

 

 

Enfrentando el tema

“Todo padre y madre debe estar preparado para tocar el tema con sus hijos”, aconseja Emiliani, haciendo hincapié en que muchas veces se comete el error de no responder las preguntas. Se podría decir que es un tema que va ligado a la educación sexual, la cual, según la experta, se inicia desde que se hacen las primeras preguntas.

Si el niño pregunta sobre las partes del cuerpo, se debe responder con naturalidad, mencionando las partes del cuerpo como tal, sin nombres diminutivos. “La clave será responder y actuar con normalidad, ante el hecho de que se sorprenda al padre o madre sin ropa”, por ejemplo, acota la experta.

 

La edad crucial

Los expertos en psicología dan a conocer que a partir de los dos años los pequeños pueden comenzar a observar con interés el cuerpo desnudo de los adultos y el suyo propio, ya que sienten curiosidad por las diferencias. En este sentido, puede darse la situación de que el niño se quede observando las partes del cuerpo y, los expertos explican, los pequeños no lo hacen con morbo, sino que necesitan comprender el mundo que les rodea y la observación es parte de su exploración. Sin embargo, para mencionar algún rango de edad en que es recomendable compartir el baño, la psicóloga Emiliani recomienda que hasta los cinco años de edad.

En el tema del morbo, vale la pena hacer énfasis en que la actitud de los padres será la que predeterminará al infante: “El poner obstáculos o evitar preguntas solo llevará y creará morbo y una malsana curiosidad”, opina la psicóloga Emiliani, y aconsejó, una vez más, actuar con naturalidad, ya que la mayoría de los niños lo ven inocentemente.

 

La clave es la comunicación

Los niños ven a los padres como el modelo a seguir, y son ellos quienes inculcan mediante sus actos y actitudes cómo deben actuar sus pequeños. Si la niña o el niño, después de descubrir naturalmente su cuerpo, ve que sus padres se cambian de ropa en la intimidad o tocan la puerta para entrar en el baño si hay otra persona, etc., los pequeños aprenden a respetar la intimidad de los demás y de sí mismos, y lo incluirán como un aprendizaje más para ellos. De tal forma que ellos serán los que pedirán que no entren en su habitación sin tocar, o sentirán vergüenza si se entra al baño sin avisar, etc. Se debe respetar su privacidad.

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