Según los datos de la Organización Mundial de la Salud, durante la primera infancia (desde el periodo prenatal hasta los ochos años), los niños experimentan un crecimiento rápido en el que influye mucho su entorno. Este es el periodo de desarrollo cerebral más intenso de toda la vida. Para que un individuo crezca sano, es fundamental proporcionar una estimulación y nutrición adecuadas para el desarrollo durante los tres primeros años de vida, ya que es en estos años cuando el cerebro de un niño es más sensible a las influencias del entorno exterior. Hoy en día la estimulación temprana es una opción para aquellas madres que procuran brindarles a sus hijos una infancia completa, integral y saludable.
Según la licenciada Turelis Barrera, directora y fundadora de Estimula a tu Bebé, “la estimulación temprana es un conjunto de técnicas asociadas con actividades de contacto o juegos con un bebé o niño que propicien, fortalezcan y desarrollen adecuadamente sus potenciales humanos”.
En sus inicios, esta terapia se empleaba para niños que presentaban discapacidades o trastornos congénitos. Gracias a su éxito, los especialistas se cuestionaron la posibilidad de aplicar estas técnicas con bebés sanos. Así nació la estimulación temprana al margen de la disciplina científica. La buena noticia es que ¡ahora lo podrás practicar en casa con tu bebé y procurar desarrollar sus capacidades al máximo!
¿Cómo funciona?
Muchos de los ejercicios que se realizan en este tipo de terapias funcionan a partir de la repetición sistemática y secuencial de estímulos. Esto hará que las áreas neuronales de tu bebé se fortalezcan. Al comienzo, las actividades se basan en reforzar el vínculo emocional entre los padres y el bebé. Para esto se utilizan estímulos sensoriales y masajes. Luego se comienzan a introducir, poco a poco, actividades de motricidad gruesa y fina, concentración y lenguaje.
Si decides recurrir a la ayuda de un especialista para avanzar en la estimulación de tu hijo(a), lo que ocurrirá es que desarrollarán para él un plan especializado. Inicialmente pondrán a tu bebé a realizar una prueba psicomotora que arrojará los resultados necesarios para conocer a qué ritmo realizará la rutina de ejercicios. Periódicamente tu bebé será evaluado para conocer sus avances.
Lo que debes saber Durante este proceso, deberás tener en cuenta que cada niño es un ser individual y que necesitará diferentes estímulos en su desarrollo. Es muy importante que como madre respetes ese ritmo, y que no presiones intencionalmente. Según la licenciada Barrera, existen tres factores importantes que influyen en el crecimiento y desarrollo desde antes de la concepción, durante el embarazo y después de nacer. Estos factores son: biológicos, psicológicos y sociales, los cuales actuarán como elementos protectores del desarrollo y otros como factores de riesgo.
La experta nos aclaró que “los factores biológicos están relacionados con el material genético que guía y controla todos los cambios que se producen en el proceso de crecimiento y desarrollo normales”. Con respecto a los factores psicológicos y sociales, Barrera señaló que “lo más importante es la existencia de una persona que se encargue del cuidado directo del niño en todas sus etapas y que fomente el crecimiento y desarrollo, siendo esta generalmente la madre”.
La relación madre-hijo es fundamental y debe establecerse tempranamente, pues es vital en los primeros 5 años de vida para la satisfacción de las necesidades básicas de afecto, estímulo y continuidad ininterrumpida.
¡Procura el bienestar de tu hijo(a), infórmate y aplica estas prácticas en casa!
Consejos prácticos para seguir en la casa
El portal español Guía Infantil hace referencia a varios consejos para los padres durante este proceso. Algunos son los siguientes:
1. Respeta el tiempo de res-puesta de tu hijo: debes observar muy Bien el estado de ánimo de tu hijo. Procura jugar con él en momentos en los que tenga mucha energía, la estimulación debe ser una experiencia positiva. Además, debes tener en cuenta que no todos los niños son iguales, y que cada uno tiene su propio tiempo de desarrollo.
2. Elige objetos agradables: lo mejor será optar por materiales seguros y que sean buenos estimulantes al tacto, oído y paladar.
3. Usa música: es un excelente complemento para este proceso, de hecho, hay estudios que revelan los múltiples beneficios que tiene la influencia de la música sobre el cerebro infantil.
4. Histories divertidas: puedes optar por ensenarles libros o cuentos antes de dormir, o desarrollar historias con títeres de tela. Incluso puedes hacer que participen en la construcción de alguna historia.
¡Además puedes poner en práctica esta Guía creada por Unicef!
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