- Familia
Educar a los jóvenes en estos tiempos es un reto, pero no es tarea imposible. Juntos podemos ayudarlos a ser personas estables y capaces de resolver problemas.
La adolescencia no es una etapa nada fácil para nadie, pero al parecer en la actualidad es algo preocupante. Lamentablemente, hoy estamos frente a una generación de adolescentes fría y ausente. Jóvenes que están todo el día en las redes sociales, los video juegos y las series; la interacción social cada vez es más escaza. Lo bueno, es que como padres podemos ayudarles a ser personas estables.
El primer medio en donde se desarrolla el niño es la familia; poco a poco se va ampliando ese espacio incluyendo amigos de la barriada, compañeros del colegio y finalmente compañeros de trabajo.
Cuando existe un vínculo afectivo fuerte en casa, se nota fuera de ella. Muchas veces en la calle puedo observar jóvenes que se encuentran en cuerpo presente, pero en mente ausente. Su mirada muchas veces no dice nada. Los audífonos se vuelven los mejores amigos y la cama su mejor escondite, son jóvenes ausentes.
Quizá muchos piensen que no existe nada de malo en que un joven solo quiera estar solo ya que “ni ellos mismos se aguantan”, o simplemente “es que es así”. No. En muchas situaciones es su forma de expresar lo mal que se sienten y también son gritos en silencio. No todos expresan sus emociones de la misma manera, sin embargo, es importante prestar atención a las señales que nuestros jóvenes nos dan en el día a día.
No permitamos que crezcan solos, seamos parte de ese proceso que bastante les cuesta, recuerda cuando tú eras joven. Un celular, un iPad, un Playstation JAMÁS van a reemplazar una conversación, una salida, un diálogo. Recuerda que en esta etapa la mayoría de los adolescentes se sienten incomprendidos por sus padres y maestros. Muchos de ellos solo pueden sentir tristeza, enojo o simplemente nada, y esta es una llamada de alerta.
A continuación te daré algunos consejos que puedes aplicar para entenerlos mejor y ayudarlos a salir adelante en esta compleja etapa:
- No permitas que otros se den el lujo de conocer más a sus hijos que tú misma. Los hijos no se pierden en la calle, se pierden en casa. Todos andamos ocupados, pero recuerda que ellos son el futuro y necesitamos tener jóvenes estables emocionalmente, capaces de poder lidiar con las situaciones propias de su edad. Sé su guía.
- Escucha antes de juzgar. No para todos es fácil expresar sus sentimientos, escúchalo y dale la oportunidad de expresarse sin regaños o castigos.
- Lo material no sirve de mucho. Por más comodidades que tengas, no le des todo a tus hijos. Enséñales que existen otros medios para entretenerse o distraerse, al brindarles todo les estás “llenando” vacíos con objetos materiales y ellos creerán que todo puede ser reemplazado por algo. En lugar de esto trabajen juntos en un proyecto, algo que les lleve a pensar, les exija compromiso y dedicación; así de paso inculcas la responsabilidad en ellos.
- Conversa con el docente en el colegio. Nadie se las sabe todas. Es importante mantener una constante comunicación con el docente ya que este también puede observar en qué áreas el joven está presentando inconvenientes y así trabajar en estrategias que favorezcan a un mejor desempeño, tanto en el colegio como en casa.
- Fracasar está bien, no levantarse es lo malo. Vendrán muchos retos, malos momentos y estos son inevitables. Ningún padre que yo conozca desea que sus hijos pasen por experiencias amargas, sin embargo, hay cosas que no puedes vivir por ellos; proporciónales las herramientas para atravesar por la situación.
- Exigencias. En esta etapa lo que menos que se quiere es alguien allí diciéndoles cómo hablar, respirar y caminar. Permíteles ser ellos mismos. Modela, facilítales consejos de cómo deben manejarse sin hacer que pierdan su esencia, recuerda que cada quien es único.
- Comparaciones. “Es que el hijo de la vecina se porta tan bien”, ese es el hijo de la vecina, no el tuyo. A NADIE, pero absolutamente NADIE le gusta que lo comparen, en lugar de esto hazle saber lo que no está haciendo correctamente y trabajen juntos en una solución.
Criar adolescentes en estos tiempos es un reto, pero no es tarea imposible. Juntos podemos ayudar a nuestros jóvenes ser personas emocionalmente estables y capaces de resolver problemas para una mejor convivencia en sociedad.
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