A pesar de las graves implicaciones de salud, económicas y sociales que conlleva el Covid-19 en Panamá, el ‘influencer’, ‘reseñador de cereales’ y empresario Mayer Mizrachi mira en la actual crisis “una gran oportunidad para modernizar al país, mejorar ineficiencias, crear nuevas industrias como tecnología y recalibrar las necesidades de nuestra sociedad”.
Y es que, precisamente, Mayer se encuentra como pez en el agua. Por un lado, siempre se ha movido en un mundo tecnológico, él es el genio detrás de Criptex, un servicio de correo encriptado construido al rededor de la privacidad del usuario. Y por el otro, este confinamiento es similar a lo que vivió hace 4 años por lo que él llama “una persecución judicial”. “Esta situación no es muy diferente a mi detención: de un momento para otro tu vida como la conoces cambió, estás confinado a un espacio, la comida es escasa, los recursos cada vez menos, no trabajas, aún tienes responsabilidades y no sabes cuándo va a acabar. Claro, la cárcel es peor, pero esto le da a muchos una perspectiva de lo difícil que es el concepto humano de estar detenido”.
Entonces, aunque para mucha gente la pandemia signifique un ‘stop’, para Mayer no. “Para mí la cuarentena ha sido vida normal menos la culpabilidad de ser antisocial y ermitaño. La naturaleza de mi empresa, por ser de tecnología, siempre nos ha permitido trabajar desde casa, cosa que tradicionalmente hacemos dos días a la semana en Criptext. A pesar de todo, estoy más ocupado que nunca dado que sigo trabajando en mi empresa y además he asumido varios proyectos de interés social para apoyar al país en esta lucha“.
Cuando no trabaja, para aliviar el estrés arma Legos, se sumerge en videojuegos, graba sus videos y lee. Para él su sentido del humor y las redes sociales han sido clave en su salud emocional. "Cuido mi salud no ejercitando —si el virus evoluciona y comienza a transformarnos en zombies vamos a tener que correr y yo estoy preservando la mayor cantidad de energía posible para cuando toque la corredera", dice entre bromas esclareciendo que para él su sentido de humor siempre ha sido mi mayor aliado para manejar crisis, y esta situación no es una excepción.
"También las redes han sido para mí un mecanismo de manejo para mantener una estabilidad emocional, no solo desde ahora que empezó la cuarentena, sino desde hace 4 años que me ha tocado batallar un proceso jurídico que cambió mi vida por completo, no muy diferente a como la cuarentena nos ha cambiado la vida a todos".
Dentro de las medidas santitarias, el empresario sigue las recomendaciones de las autoridades. "Lavarme las manos, quedarme en casa, mascarilla cuando salgo, comiendo suficiente cereal (obvio). Realmente las medidas las asumo por proteger a terceros más que a mi. Digamos que no estoy paranoico al respecto, ya que en el pasado he sufrido y sobrevivido crisis de salud terminales que me han dado una falsa percepción de invencibilidad".
Mayer cree que la humanidad debe aprender del coronavirus a valorar lo que tiene. Es optimista, pero cree que la lección calará solo por un rato. “Creo que la gente a corto plazo estará más agradecida, pero progresivamente regresaremos a la normalidad de una insatisfacción colectiva por lo que no se tiene”.
Preguntas rápidas
¿Qué fue lo primero que se te pasó por la mente cuando llegó a Panamá el primer caso de coronavirus?
Demoró más de lo que anticipaba.
¿Has invertido tu tiempo en aprender algo nuevo (cocina, idiomas, arte)?
No. No tengo tiempo. Mi enfoque es trabajar y mantenerme productivo. Si me pongo a armar un lego o entretenerme de otra forma es meramente para aliviar el estrés, mas no para matar tiempo.
¿Cuál ha sido tu pasatiempo favorito esta cuarentena?
Criptext. Honestamente que trabajar y seguir progresando cuando el resto del mundo esta en frenado para mi ha sido un gran privilegio y me mantiene ocupado y motivado.
¿Cómo te informas?
Twitter. No tengo ni cable en mi casa. Toda mi información la consumo por internet. Prefiero Twitter que Instagram porque las ideas son más atractivas que las caras.
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