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No es sencillo organizar un matrimonio, pero con una breve guía puedes hacerlo sin convertirte en una ‘novia neurótica’.
Planificar una boda no es fácil. Y menos para aquellas mujeres que desde niñas han cultivado en sus mentes el sueño de tener una boda ideal, en la que todo fluya de acuerdo con lo pactado y que deje perplejos a los asistentes. Las ganas de que ese día sea perfecto e inolvidable, muchas veces convierten a la novia en una especie de “monstruo” que aterroriza todo y a todos los que se cruzan en su camino. Los nervios y el estrés que caracterizan la etapa de planeación son inevitables, pero recuerda que una buena organización, con un tiempo prudente de anticipación, es la clave para que no te transformes en una de esas “Novias Neuróticas” que salen en el programa que lleva el mismo nombre, que se transmite por Discovery Home & Health.
Lo prudente es pactar la fecha de la boda de forma de que se tenga por lo menos un año para planear con calma cada uno de los detalles y dividir la planificación por etapas.
Un año antes
Una vez hayan pensado la fecha del matrimonio, lo primero que deben hacer, según la organizadora de bodas Estela Rodríguez, es decidir qué tipo de boda quieren tener, si quieren una fiesta suntuosa y pomposa o algo más recatado e íntimo. Con base en esto y a sus posibilidades financieras, deben establecer su presupuesto, también tomando en cuenta la ayuda que puedan recibir de familiares y amigos. Un consejo útil que brinda Rodríguez es establecer lo que puedes gastarte con un importe que sea menor al dinero total del que dispones, de esta manera si por un caso fortuito empleas un poco más, no te habrás pasado del límite.
A continuación deben ir viendo tanto los lugares para la ceremonia como para la recepción. Es importante investigar bien, hacer comparaciones de precios, preguntar acerca de los servicios y las facilidades que ofrece el lugar, así como cerciorarse de que tengan disponibilidad para la fecha en la que esperas casarte; también es bueno que le tomes fotos a cada sitio.
En este tiempo, de igual forma debes ponerte a pensar en la decoración que deseas para ambas áreas. En especial en el lugar en el que vaya a ser la recepción, debes considerar la disposición de las mesas y sillas, si vas a colocar alguna tarima, los centros de mesa, manteles, cubiertos, etc.
De 10 a 6 meses antes de la boda Comienza a realizar una lista preliminar de los invitados, que puedas ir depurando hasta tener exactamente a las personas que quieres tener en tu boda, esto te permitirá calcular un costo aproximado por persona para efectos del “catering”. No olvides adjuntar sus datos de contacto para que te sea más fácil ubicarlos para la entrega de las invitaciones.Es importante que en la lista de invitados estén aquellos que son sumamente cercanos a ti y a tu pareja. “Esas personas con las que poco has compartido son mejor dejarlas por fuera, eso sí, manifestándoles con mucho tacto que has decidido realizar una boda muy íntima, con tus allegados”, comenta Rodríguez.
Ya es tiempo de que elijas el sitio en el que quieres hacer la ceremonia y la recepción. Recuerda que entre más te demores, más probabilidades hay de que la fecha que quieres no esté disponible.
La wedding planner
Samantha Moreno recomienda, en este tiempo, ir consultando con servicios de banquetes acerca de las opciones que ofrecen para que armen el menú. “Si quieres reducir los gastos en esta parte, tienes la opción de apostar por un bufet sencillo o por una fiesta estilo coctel que resulta menos costosa al no requerir grandes cantidades de comida, solo boquitas y bebidas”, asegura.
En este momento debes empezar la búsqueda de lo que probablemente sea lo más importante para ti: tu vestido de novias. Ponte a ver revistas y páginas webs en las que puedas inspirarte y enterarte de las últimas tendencias de moda y corte, si vas a mandar a confeccionar el vestido, o ve a diferentes tiendas hasta encontrar aquel que sea perfecto. “Una novia siente una fuerte corazonada cuando se encuentra con el vestido ideal para ella”, asevera Rodríguez.
Al margen de lo anterior, y con el lugar elegido, es necesario ir armando finalmente la forma en la que se decorará la boda, ir comprando los elementos o consultar precios con un decorador, si así lo deseas. No dejes este tema para último momento.
También considera ir separando elementos como la fotografía, el video y la música.
Tres meses antes
Para este tiempo ya debes tener el lugar, la decoración, los servicios de entretenimiento, tus testigos, padrinos y damas de honor, así como los vestidos para ellas y toda la corte, para ti y para el novio. Para evitar contratiempos el día de la boda, Moreno recomienda ir haciendo pruebas de peinado y maquillaje con tu vestido. Asegúrate de comprar los zapatos adecuados y las joyas, de ser necesarias.
Elige las tarjetas de invitación, compra las alianzas, los recuerdos que vas a darles a tus invitados y comienza a planificar la luna de miel.
Un mes antesHaz las últimas pruebas de vestuario con el maquillaje, peinado y todos los complementos que hayas decido llevar. Haz lo mismo con tu novio y con tu corte. Realiza ensayos en la iglesia con todos los principales involucrados en la boda y preparen el protocolo ceremonial.
Estos días procura hacer la prueba del menú y tener finalmente decidido hacia dónde se irán de luna de miel.
Tres días antes
Ve a un spa y consiéntete. Piensa que debes estar relajada y que si algo sale como no lo habías planeado, no es el fin del mundo, al contrario, sería una buena anécdota que contarles a tus hijos y nietos. Para tomar ideasLos eventos en los que se reúnen en un solo lugar diferentes proveedores de servicios para bodas han proliferado, y es una muy buena opción asistir cuando estás planificando una boda. Allí podrás encontrar numerosas ideas para todos los elementos que necesitas, así como conversar con profesionales del sector que te puedan asesorar para llevar a cabo de la mejor manera tu evento. Además, es posible que puedas encontrar jugosas ofertas que sería bueno aprovechar para reducir los gastos.
Boda de playa económica
Casarse en la playa es una buena opción para reducir gastos, además de que será más divertido tanto para los novios como para los invitados. Al ser un escenario natural, se necesita poco o casi nada de decoración, solo un pequeño altar, unas cuantas sillas... y listo. Además ahorras en vestuario, pues por el calor y la brisa debe ser mucho más sencillo.
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