Educación: rompe la barrera contra la mujer

Mar, 07/28/2020 - 09:00
Un elemento esencial e inapelable en la educación de los hijos es el ejemplo que se les ofrece de forma cotidiana.
  Es fundamental comenzar a dar a las niñas las mismas oportunidades.

Es fundamental comenzar a dar a las niñas las mismas oportunidades.

Educar en igualdad a los hijos es posible y, además, es la única forma para lograr una futura sociedad que realmente ofrezca igualdad de género en todos sus ámbitos.

Está claro que hemos avanzado mucho en este aspecto en tan solo unas décadas, sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer. La actual organización, social, cultural, educativa y laboral aún favorece a los hombres de forma significativa y evidente pero no son ellos los únicos responsables de este desequilibrio. En una sociedad esencialmente machista, la responsabilidad de la educación de los hijos recae fundamentalmente sobre los hombros de la mujer y es ella la que, en muchos casos, perpetúa los roles de género.
 
Es fundamental romper esta dinámica y comenzar a dar a las niñas las mismas oportunidades y los mismos referentes que a ellos. Solo así lograremos una sociedad igualitaria cuando estos niños lleguen a la edad adulta.
 
¿Cómo conseguirlo?
 
Partiendo de una base en la que los padres deben deshacerse de su propia educación machista, es muy complicado conseguir un contexto plenamente igualitario. Es importante tener esto en cuenta y no agobiarse por pequeños detalles. Lo más adecuado es estar atento y corregir errores siendo sinceros con los más pequeños.
 
Por otro lado, un elemento esencial e inapelable en la educación de los hijos es el ejemplo que se les ofrece de forma cotidiana. De nada sirve explicarles lo perjudicial que es fumar si cada día puede ver a papá o mamá con un cigarro en la mano. Los hechos serán lo que ellos interioricen mejor y, por esta razón, debemos esforzarnos por dar a nuestros hijos un ejemplo de igualdad en el que tanto mamá como papá jueguen roles diversos con independencia de su género.
 
Algunos consejos prácticos
 
  • Ojo crítico y atención. Su educación es responsabilidad de los padres pero se forman en una sociedad que también les ofrece información. Estar atentos a las cuestiones que puedan surgir, responder a sus preguntas y explicarles los errores de algunas fuentes será el mejor filtro contra la sociedad machista a su alrededor. Ofrecerles referentes de ambos sexos y enseñarles que tanto los hombres como las mujeres pueden lograr grandes cosas es un arma infalible.

 

  • Luchar contra prejuicios. Utilizar la razón cuando los pequeños afirman de forma tajante que las mujeres o los hombres pueden o no hacer algo. Al razonar la cuestión hablando con naturalidad y firmeza logramos hacerles pensar en lo absurdo de su prejuicio.
 
  • No generalizar. Evitar comentarios sobre cómo son las mujeres o cómo deben ser los hombres les conduce a pensar que todos somos iguales y solo el género nos distingue. Deben aprender que cada persona es individual e irrepetible con independencia de su sexo.
 
  • Todos por igual. Implicar tanto a niños como a niñas en todas las tareas que tengan lugar en su entorno. Tanto papá como mamá, los hermanos y las hermanas pueden participar en las tareas de la cocina, en la limpieza o en la reparación de desperfectos en el hogar.
 
 
 


 

 
 

 

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