Rosácea: ¡estás roja!

Mié, 10/14/2015 - 23:04
Una patología médica que afecta más a las mujeres, aprende a detectarla a tiempo para que tengas una mejor calidad de vida.

Ponerse roja no es cuestión de vergüenza, de un día que tomaste sol de más o de una sobredosis de dulce. Muchas veces, ese enrojecimiento molesto tiene que ver con la rosácea, una enfermedad crónica de la piel que se localiza en la cara y puede expandirse hacia el cuello y la zona del escote. Esta enfermedad es más común de lo que crees, un 10% de la población la sufre. Si no la tienes, tal vez conozcas a alguna amiga que la sufra y aunque no tenga cura, se puede tratar y controlar, siempre que se diagnostique durante los primeros estadios.

 

Aún no se sabe con certeza qué la causa, pero le se atribuye a la genética, estrés y a trastornos emocionales. Las mujeres en medio de sus 30 años, especialmente las de tez blanca, son las más propensas a padecerlas. Su principal síntoma es la cara colorada, acompañada de ardor, sequedad y leve hinchazón. En la primera etapa, los episodios son transitorios, pero después de un tiempo se vuelven permanentes. En grados más avanzados pueden aparecer granos en nariz, mejilla, frente y mentón. El 20% de los casos presentan síntomas más agudos como: complicaciones en los ojos, extrema sensibilidad a la luz, enrojecimiento, conjuntivitis, ardor o quistes en los párpados.

 

Para detectarla tienes que realizarte una biopsia en la piel, pero en otros casos es fácil determinarla, ya que a simple vista se puede reconocer. Y, para la rosácea ocular, el oftalmólogo, a través de examen físico y el interrogatorio llega al diagnóstico y luego indica el tratamiento, que depende del tipo de rosácea. Puede ser con medidas generales higiénico-dietéticas o con medicación tanto tópica o por vía oral con antibióticos u otros tratamientos.

Para controlarla tienes que tener cuidado con la higiene: limpiar la piel con agua tibia y dejarla reposar entre cinco y 10 minutos antes de aplicar cremas. Evitar exfoliarla, utilizar limpiezas faciales con vapor, esponjas y cepillos.
En cuanto al maquillaje, no utilizar tónicos que contengan alcohol. Para cubrir las zonas muy rojas, puedes utilizar corrector verde. Lo ideal es que utilices productos que contengan siliconas, ya que actúan como barreras, y protección solar. Al comprar cremas prefiere las que tienen corticoides, ya que reducen la inflamación; o también puedes elegir las cremas con extracto de malva, que reducen la apariencia de la piel enrojecida.

 

Investigadores de la Universidad Nacional de Irlanda, en Reino Unido, aseguran estar más cerca de determinar el origen de la rosácea, tras descubrir que podría estar provocada por bacterias que viven dentro de pequeños ácaros que se encuentran en la piel. Dicho hallazgo permite encontrar tratamientos más específicos y eficaces a quienes lo padecen, así lo confirmó la revista científica “Journal of Medical Microbiology”. Por ello, una de las medidas preventivas más eficaces sería acabar con esta población de ácaros, aclaró Kevin Kavanagh, autor de la investigación, quien reconoce que hay farmacéuticas que están desarrollando terapias para ello.

 

Agrega estos hábitos en tu rutina para controlarla

  1. La alimentación. Evita los brotes evitando el alcohol, especialmente el vino, comidas picantes, bebidas muy calientes, especias, embutidos, yogur, salsa de soja, guineos, cítricos y tomates. El tabaco también es un desencadenante que deberías erradicar.

  2. Invierno y verano. El frío y el viento pueden causar estragos en tu piel, cubre tu cara con pañuelos. En verano, procura tener siempre a mano un sombrero y lentes de sol. Recuerda usa bloqueador solar, aplicalo 15 minutos antes de salir y renovalo cada dos horas.

  3. Tratamientos caseros. Una infusión de té de manzanilla o tomillo frío desinflamará tu piel. Otra alternativa natural es el pepino, aplica unas rodajas en la dermis durante cinco minutos.

  4. Ejercicio físico. Ojo donde realizas ejercicio, evita los lugares cerrados o los gimnasios muy llenos. Trata de ejercitarte en la mañana.

  5. Estrés. En estas situaciones el cuerpo segrega más sebo, lo que hace ocasiona lesiones en la cara. Para relajarte prefiere tomar clases de yoga, técnicas de relajación o respiración, te ayudará.

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