Foto: Huffington Post
Creemos que no hay vida más allá de un 'smartphone': revisamos varias veces nuestros teléfonos inteligentes al día. Constantemente refrescamos el 'feed' de Facebook, el de Instagram y por supuesto, el de Twitter.
Nisiquiera hablemos de dejar por un día el celular en casa, ¡CAOS!
Pero la verdad es que de alguna manera tenemos que hacer balance frente a estos nuevas formas de comunicación y por ende de "conexión".
Un estudio publicado en Psicología Social separó a estudiantes en dos grupos y pidió que ambos se sentaran a realizar un examen. La única diferencia entre ambos grupos fue que uno tenía la posibilidad de contar con sus teléfonos visibles sobre el escritorio, mientras que el otro había guardado por completo el celular. ¿El resultado? El grupo que tenía los teléfonos afuera (no habían utilizado el dispositivo) le fue peor en el examen. (Alguien tuvo un pequeño problema con la concentración aparentemente).
Y como si esto fuera poco, existen otras aristas de nuestra vida que se ven afectadas por la aparición continua del telefóno celular. Investigadores en el Reino Unido encontraron que la tecnología puede tener un efecto negativo en las relaciones reales. Tener un teléfono móvil presente durante las interacciones cara a cara tuvo un impacto negativo en la cercanía, la conexión y la calidad de la conversación, sobre todo cuando se habla de temas significativos.
Por ese motivo, no queremos que tus días se vean arruinados por un apartito tecnológico (Sí, Sí, ya sé todo lo que se puede argumentar: "allí está toda mi vida, "es la herramienta de conexión internacional más poderosa que existe", pero la verdad es que no ofrece amor, risas, abrazos, ni un 'me importas' genuino). Así que, les proponemos hacer un plan detox para comenzar a controlar esto.
1. Decide en qué período harás el detox
Es necesario que estés clara de qué períodos del día serán 'libres de teléfonos inteligentes, redes sociales, computadoras, tabletas y si quieres, televisón'. O si optarás por este plan durante varios días o solo uno. Cuando estés clara de esos períodos comunícalo a tus seres cercanos, familiares, amigos, hijos, esposo, etc.
2. Piensa qué actividades realizarás en ese tiempo
Sin importar el momento, es necesario que seas intencional con las actividades que planificarás para ese tiempo. Si requieres más tiempo familiar, procura generar espacios donde todos puedan compartir: un desayuno, hornear galletas, un almuerzo, un paseo, tener sexo con tu pareja, etc. Si por el contrario requieres tiempo para relajarte, te recomendamos que sigas esta guía de spa en casa.
3. Avísale a tu jefe donde poder encontrarte
Si en estos días no te dieron ningún tiempo libre e igual necesitas seguir conectada con tu trabajo, conversa sobre tus intenciones con tu jefe y explícale el plan que llevarás adelante (sí, con horarios y todo). Y por supuesto, déjale algún número telefónico donde te pueda localizar en caso de extrema urgencia.
4. Cómprate un reloj despertador
¿Habían quedado en el olvido, verdad? Para algunos de nosotros sí, ya que el celular funciona aún como nuestro despertador. Pues te recomendamos que lo mantengas fuera del perímetro de tu dormitorio y de tu cama, de lo contrario demorarás un siglo viendo todas tus notificaciones en vez de irte a bañar, desayunar, depillarte los dientes o hacer algo productivo.
5. Recomiéndalo y adóptalo por el resto del año
Este es una buena idea para sugerirle a alguien con mucho estrés, a un amigo 'workaholic', o a alguien que simplemente no ve hace mucho tiempo a sus seres queridos. Hay veces que la mejor señal de que estás teniendo una grandiosa experiencia es porque nisiquiera volteaste a buscar tu celular. Si aceptas el reto, ¡felicitaciones! No olvides adoptarlo algunas veces en tu rutina anual.
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