Adiós a las várices

Vie, 09/25/2015 - 20:30
Por lo general, el usar  vestido de baño, pantalón corto o falda no debería ser motivo para sentirse  avergonzada.
Sin embargo, son muchas las mujeres que evitan usar este tipo de ropa debido a las várices, también conocidas como “arañitas”. Las mismas afectan tanto a mujeres como a hombres, son azuladas o color carmesí.

Qué las ocasiona y cómo se pueden evitar

Mayormente son provocadas por problemas de circulación sanguínea, y otras veces  heredadas, también hay factores como la edad y el embarazo. Existen casos en los que su aparición está acompañada de síntomas como cansancio, dolor y debilidad en las piernas, sobre todo después de caminar  y estar muchas horas de pie.

Existen diferentes tipos de tratamientos para su eliminación.  Para los casos  graves hay procedimientos  quirúrgicos, en los que las venas son extirpadas; la escleroterapia es otro procedimiento en el que se inyecta una solución que hace que se reduzcan y desaparezcan y por último, el láser.   

Para los casos leves hay cremas y masajes que ayudan a mejorar la circulación. Aun así, lo mejor es acudir al doctor apenas aparezcan, ya que pueden empeorar con el tiempo.

Otros consejos:

Peso saludable. El tener sobrepeso causa mayor presión en las venas y por ende, la aparición de várices.

Corre y sube las escaleras. Este tipo de actividad física aumenta la presión sanguínea y logra que las venas se contraigan, se vacíen y que la sangre sea  enviada al corazón.

¡Piernas arriba! Las várices son venas débiles,  ayudálas, elevando las piernas por encima de tu cadera.

Cambia de posición.  Un ejercicio práctico es usar un par de medias como soporte, acostarse boca arriba y elevar las piernas en la pared mientras se descansa. Hazlo por unos minutos y repite cuantas veces quieras.

Sumérgelas. Aplica una compresa de agua caliente sobre la zona afectada y sin presionar, a la máxima temperatura que puedas soportar, durante dos minutos. Después aplica otra de agua fría por medio minuto. Alterna durante diez minutos, y termina con la compresa fría.

Mueve tus piernas. Evita el sedentarismo, cuando estés trabajando, dedica dos minutos cada media hora a mover los dedos de los pies y piernas

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