Vie, 10/23/2015 - 18:32
- Destinos
Por VANESSA KOSMAS
Hace algunas semanas iniciamos la aventura nueve arquitectas, dos valientes esposos y una chef, nos íbamos a Lima, Perú.
Llenos de expectativa arribamos a la capital y nos dirigimos a Miraflores, donde nos hospedaríamos por los próximos 4 días. Este es un céntrico distrito de Lima, cuenta con un gran movimiento comercial, cultural y turístico. Se observa una intensa actividad inmobiliaria con la construcción de departamentos, oficinas y comercios.
Al caer la noche, bautizamos nuestra llegada con una cena exquisita. Entre ceviches, chuletas de mero, arroz con pato y pisco iniciamos la fiesta gastronómica.
El sábado empezamos el “city tour”, la primera parada fueron los hermosos jardines que conforman el Parque del Amor y su enorme escultura de Víctor Delfín. En los muros encontramos vistosos mosaicos que cuentan frases graciosas, como “te desvisto como quien pela una fruta” o “adoro lo que no es mío, tú, por ejemplo”. Visitamos el centro ceremonial Huaca Pucillana y admiramos la pirámide con su estructura de techo plano precolombino, el cual está recuperándose desde 1981.
Pasamos por San Isidro y su maravillosa historia sobre los olivos que sobreviven y son protegidos hasta el día de hoy. Realizamos el recorrido por Lima histórico, incluyendo el Palacio de Gobierno, Ayuntamiento, Plaza de San Martín, Palacio de Armas y la catedral basílica de la plaza mayor. Un dato curioso de la basílica es que contiene en su fachada piedras de lastre que venían de Panamá. Finalizamos el “tour” con la visita al convento de San Francisco y sus catacumbas.
Esa noche nos dirigimos al Parque de la Reserva con su Circuito Mágico del Agua, un conjunto de 13 fuentes. Disfrutamos del “show” de luces láser, inclusive se puede entrar en un túnel de agua o jugar entre los chorros. Cerramos la noche con una cena reservada con antelación en la Barra de Astrid & Gastón. En Lima, los restaurantes deben reservarse con semanas de antelación y son estrictamente puntuales.
El domingo visitamos la iglesia Virgen Milagrosa, la cual está al lado del Parque Kennedy, y cuenta con residentes felinos. Complementamos nuestra visita con la parada forzada en el comercio conocido como Polvos Azules, un enorme bazar compuesto de callejones inundados de mercancía, en el que puedes negociar el precio de cualquier producto.
El almuerzo lo tomamos en el centro comercial Larcomar, un hermoso e icónico complejo a orillas del mar. En su patio de comida, probamos el chancho al cilindro, la chicha morada, suspiro limeño y el barquillo de lúcuma. Pero la fiesta gastronómica estaba a punto de comenzar... El lunes amanecimos llenos de energía y nos preparamos para conocer Mistura. Este es el mayor evento gastronómico de Perú, que se realiza en la Costa Verde Magdalena del Mar. Es impresionante el tamaño del evento y que el mismo se ubique sobre la costa del mar. Es tan colorida que comes desde chocolates hasta ceviches.
Decidimos que necesitábamos terminar aquel día en Barranco, el cual es el sector bohemio y de rumba. Recorrimos el Puente de los Suspiros, sosteniendo el aliento para cruzar el puente y pedir así un deseo.
El martes nos tocaba Cusco, que además de ser la capital inca es una ciudad que tiene forma de puma. Busca el artículo en mujer.com.pa.