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“La perra, la cerda, la zorra y la loba” busca apropiarse del uso que se hace del nombre de los animales en femenino como insulto y reflexionar, desde el humor, “sobre el machismo en el lenguaje en lo relacionado con los álbumes ilustrados y los cuentos infantiles”.
“¿Y nosotras qué?” reclaman cuatro amigas -una perra, una cerda, una zorra y una loba- “hartas” de no salir en los cuentos infantiles y de que los animales machos acaparen los papeles importantes.
Son las protagonistas del libro ilustrado “La perra, la cerda, la zorra y la loba”, escrito por Luis Amavisca con dibujos de Marta Sevilla, que busca apropiarse del uso que se hace del nombre de los animales en femenino como insulto y reflexionar, desde el humor, “sobre el machismo en el lenguaje en lo relacionado con los álbumes ilustrados y los cuentos infantiles”.
“La idea era hacer un álbum ilustrado para adultos desde el que reivindicar, con humor, que si ellas no pueden aparecer en los cuentos, que lo hagan todas aquí, que sean las que cuenten su propia historia y las que se quejen de propia voz”, explica la ilustradora Marta Sevilla sobre el libro, publicado por NubeOcho.
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No aparecen de cara al público
De este modo, con la frescura y espontaneidad de una conversación entre cuatro amigas, los personajes femeninos explican cual es su realidad: “que ellas no están viviendo los cuentos como personajes”, señala Sevilla, cuyas ilustraciones han parecido en The New Yorker o The Washington Post.
Para ilustrar esta idea, la forma y los colores juegan un papel muy importante en el libro. Las cuatro protagonistas están caracterizadas en color -amarillo, naranja, rosa y azul- y con complementos propios, mientras que el fondo y los objetos en escena apenas aparecen dibujados en blanco y negro.
“Es un juego visual. Ellas están entre bambalinas como si fuese una especie de obra de teatro en la que de cara al público no aparecen, pero entre bambalinas estamos viendo a los personajes reales y lo que piensan“, explica la ilustradora, que ha decidido ubicarlas en “un decorado sin decorar”.
“Están en un mundo un poco etéreo y desdibujado, como en una especie de limbo“, añade Sevilla, quien asemeja su situación a la de las mujeres en la sociedad.
Apropiarse del insulto
En las páginas del álbum ilustrado se puede ver a una perra, una cerda, una zorra y una loba que se empoderan de su nombre a pesar de que siempre se ha usado como insulto contra ellas.
Esta concepción negativa que hay de los animales cuando están en femeninos ha hecho que desaparezcan de los cuentos infantiles.
“El propio lenguaje te limita, al final parece que te sientes obligada un poco a poner personajes masculinos porque sino el libro no queda bien o no se va a vender”, considera.
Por eso, la ilustradora y diseñadora gráfica aboga por “cambiar la utilización del lenguaje de una manera consciente” para darle usos libres de machismo y sexismo e ir “rompiendo barreras poquito a poquito”.
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“Al final el lenguaje es la manera que tenemos como sociedad de darle forma a las cosas y de definir las cosas, entonces la manera de cambiar las ideas es a través del lenguaje“, asevera.
Por ello, Sevilla espera que “La perra, la cerda, la zorra y la loba” sirva para hacer reflexionar y acelerar ese cambio.EFEminista