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La actriz estadounidense protagoniza "Spencer", un filme que se centra en un momento muy especial de la vida de la fallecida Princesa Diana.
La reconocida actriz Kristen Stewart, célebre por la saga Crepúsculo, ahora protagoniza uno de los mayores roles de su carrera, el que le podía valer una nominación al Oscar: encarna a Lady Di en el filme "Spencer", dirigida por el chileno Pablo Larraín.
"Spencer", que ya la peudes disfrutar en todos los cines de Panamá, es una película biográfica con mucha expectativa, ya que se centra en un momento muy especial de la vida de la fallecida Princesa Diana.
La trama gira en torno a la semana crucial de Diana a principios de los años 90, cuando decide que su matrimonio con el príncipe Carlos no estaba funcionando y sentía que debía desviarse de un camino que la hubiese llevado a ser la reina en algún momento. La cinta mostrará tres días de unas vacaciones de Navidad en la Casa de Windsor en su finca de Sandringham en Norfolk, Inglaterra.
En una entrevista proporcionada a Revista Mujer, Stewart, quien enfrentó críticas al no ser una actriz británica, por lo que se temía que su interpretación no hubiese sido adecuada, conversó sobre su viaje en esta interpretación que la llevó a desmenuzar cada detalle de la llamada "reina de corazones".
La intérprete de 31 años confesó que al tomar el papel no tenía una opinión muy definida sobre Diana de Gales, solo pensaba que "ella era genial, hermosa".
"Recuerdo que su pérdida fue un gran golpe en el mundo, tanto que yo lo sentí siendo una niña. Recuerdo las flores, los rostros con lágrimas y yo pensaba: '¿qué es esto?'", empezó diciendo.
Cuando le ofrecieron el papel, Stewart no se pudo negar, pues consideró que era una producción a la que le tenía que dar la oportunidad. "Era demasiado brillante para dejarlo pasar. Me sentí atraída a esto".
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Reconoció que llegó a un punto en obsecionarse con la serie de Netflix "The Crown", que relata algunos de los eventos más importantes de la realeza británica, para "jugar" a hacer su propia opinión, aunque destacó que entiende perfectamente que es imposible llegar a conocer a los "royals", pues ellos viven experiencias que no puenden ser relacionadas con una personas común y corriente y que lo que sabemos acerca de sus vidas viene de "perspectivas ajenas".
Para la norteamericana fue muy importante "leer todo, ver todo". "Desmenuzar cada idiosincracia, cada detalle cuando se comunicaba, ponerme en su cuerpo. Luego es importante olvidarlo, estar presente y disfrutarlo lo más posible porque te harías un mal a ti mismo, a la historia y a Diana si no pusieras tu cuerpo y lo vivieras tú mismo porque ella era tan vivaz. ¡Ella se mostraba entera! En cada foto. Aunque no se sintiera bien, ella brillaba en cada foto. Hay gente que es magnética y es imposible imitar el magnetismo".
Destacó que aunque Diana logró hacer sentir a la gente acompañada y empoderada al compartir su luz, en realidad ella era la persona más solitaria y aislada que podrías imaginar, en ciertos momentos de su vida.
"Fue pesado, difícil y agotador pretender imaginar ser ella, pero también me dio más felicidad que ningún otro rol que haya hecho en otra película. Mostramos tres días que no son especialmente divertidos para ella. Nos imaginamos en un precipicio y si ella no toma una decisión arriesgada pronto, ella se perderá", dijo referente a la trama del filme.
Agregó: "hay mucho en ella que no tiene sentido y por eso creo que todo lo que ella quería era ser normal y ser conocida. Pero, creo que recién en sus últimos años de vida llegó al punto de conocerse a sí misma y ella luchó por eso. Creo que todas sus aristas parecen desesperadas, la gente la considera manipuladora y especuladora, y en las entrevistas parece buscar un efecto en la gente, parece buscar una reacción específica en una entrevista pero, ¡eso es lo que todos hacemos! Si yo estuviera arrinconada y sintiera que...(me atacan), yo también mostraría los dientes".
Prosiguió: "Ella también se mostraba vulnerable al punto que no podía ocultar nada. Sí, no creo que haya una forma de resumirla de forma concisa porque ella avanzó a punto en el que logró realizarse y ganó aceptación, tanto de ella misma como del público, que aceptó que ella era única y no un personaje animado".
En cuanto a la producción en sí y su relación con Pablo a la hora de trabajar, expresó que nunca antes se había sentido acompañada por alguien. "Su confianza en mí fue rídícula", cerró.
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