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Los tratamientos alternativos para el cáncer no pueden curar el cáncer, pero pueden proporcionar algún alivio de los signos y síntomas
Muchas personas con cáncer están interesadas en probar cualquier método que pueda ayudarlas, incluso tratamientos oncológicos complementarios y alternativos. Si el cáncer te hace sentir que tienes poco control sobre tu salud, los tratamientos oncológicos alternativos pueden brindarte cierta sensación de control. Sin embargo, la eficacia de muchos tratamientos alternativos no está comprobada, y algunos pueden ser peligrosos.
Para ayudarte a diferenciar entre las buenas y las malas opciones, enumeramos diez tratamientos oncológicos alternativos que, por lo general, son seguros. Asimismo, existe cada vez más evidencia de que estos diez tratamientos pueden proporcionar ciertos beneficios.
¿Cómo puede ayudar la medicina alternativa a las personas con cáncer?
Es posible que los tratamientos alternativos para el cáncer no desempeñen un papel directo en la curación del cáncer, pero pueden ayudarle a lidiar con los signos y síntomas causados por el cáncer y los tratamientos para el cáncer. Los signos y síntomas comunes, como ansiedad, fatiga, náuseas y vómitos, dolor, dificultad para dormir y estrés, pueden disminuir con los tratamientos alternativos.
La integración de los mejores tratamientos complementarios y alternativos contra el cáncer basados en la evidencia con los tratamientos que recibes de tu médico puede ayudar a aliviar muchos de los síntomas asociados con el cáncer y su tratamiento. Habla de todas las opciones con tu médico para que juntos puedan determinar qué estrategias podrían funcionar para ti y cuáles probablemente no te aporten ningún beneficio.
Colabora estrechamente con tu médico para determinar el equilibrio adecuado entre la medicina tradicional y los tratamientos alternativos para el cáncer. Aunque los tratamientos complementarios y alternativos para el cáncer, como la acupuntura, pueden reducir las náuseas o el dolor, por lo general no son lo suficientemente potentes como para reemplazar los medicamentos contra el cáncer que te administrará tu médico.
¿Qué tratamientos oncológicos alternativos vale la pena probar?
Estos 10 tratamientos oncológicos alternativos han demostrado ser una opción algo prometedora para ayudar a las personas con cáncer. Habla con el médico si estás interesado en probar:
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Acupuntura: Durante el tratamiento de acupuntura, un profesional inserta pequeñas agujas en la piel en puntos específicos. Los estudios demuestran que la acupuntura puede ser útil para aliviar las náuseas causadas por la quimioterapia. La acupuntura también puede ayudar a aliviar algunos tipos de dolores en pacientes con cáncer. La acupuntura es segura cuando la lleva a cabo un acupunturista con licencia que usa agujas estériles. Pídele al médico nombres de acupunturistas de confianza. La acupuntura no es segura si tomas anticoagulantes o si tienes un recuento de células sanguíneas bajo; por eso, primero debes consultarlo con tu médico.
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Aromaterapia: En la aromaterapia, se usan aceites perfumados que proporcionan una sensación relajante. Los aceites, infusionados con esencias como la lavanda, se pueden aplicar en la piel durante un masaje o agregar al agua de la tina. Los aceites perfumados también se pueden calentar para que liberen sus aromas. La aromaterapia puede ser útil para aliviar las náuseas, el dolor y el estrés. Un profesional de la salud puede llevar a cabo la aromaterapia o puedes usar la aromaterapia por tu cuenta. La aromaterapia es segura, pero los aceites que se aplican en la piel pueden causar reacciones alérgicas. Las personas con cáncer sensible a los estrógenos, como algunos tipos de cáncer de mama, deben evitar aplicarse grandes cantidades de aceite de lavanda o de árbol del té en la piel.
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Haz ejercicio: Hacer ejercicio puede ayudarte a controlar los signos y síntomas durante el tratamiento oncológico y después de este. El ejercicio moderado puede ayudarte a aliviar la fatiga y el estrés, así como a dormir mejor. En la actualidad, muchos estudios demuestran que un programa de ejercicios puede ayudar a las personas con cáncer a vivir más tiempo y a mejorar su calidad de vida en general. Si aún no hacías ejercicio de forma regular, consulta con el médico antes de comenzar un programa de ejercicios. Comienza poco a poco y agrega más ejercicios a medida que avanzas. Ponte como objetivo llegar a hacer, por lo menos, 30 minutos de ejercicio la mayoría de los días de la semana.
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Hipnosis: La hipnosis supone alcanzar un profundo estado de concentración. Durante una sesión de hipnoterapia, un terapeuta puede hipnotizarte hablándote en un tono suave y ayudándote a que te relajes. Luego, el terapeuta te ayudará a concentrarte en tus objetivos, como controlar el dolor y reducir el estrés. La hipnosis puede ser útil para las personas con cáncer que sufren ansiedad, dolor y estrés. También puede ayudar a prevenir las náuseas y los vómitos anticipados que se pueden manifestar si la quimioterapia te ha producido vómitos en el pasado. Cuando la lleva a cabo un terapeuta certificado, la hipnosis es segura. Aún así, debes informarle al terapeuta si tienes antecedentes de enfermedades mentales.
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Masajes: Durante un masaje, el profesional de la salud te presiona la piel, los músculos y los tendones para aliviar la tensión muscular y el estrés, y promover la relajación. Existen varios métodos de masajes. El masaje puede ser moderado y suave o puede ser profundo y con más presión. Según algunos estudios, los masajes pueden ser útiles para aliviar el dolor en las personas con cáncer. También pueden ayudar a aliviar la ansiedad, la fatiga y el estrés.
Los masajes pueden ser seguros si trabajas con un masoterapeuta que tenga el conocimiento correspondiente. Muchos centros oncológicos cuentan con masoterapeutas; o bien, tu médico puede derivarte a un masoterapeuta que trabaje regularmente con personas que tienen cáncer. No te hagas masajes si tu recuento de células sanguíneas es muy bajo. Pídele al masoterapeuta que evite hacerte masajes cerca de cicatrices quirúrgicas, las zonas del tratamiento con radiación o los tumores. Si tienes cáncer en los huesos o padeces alguna otra enfermedad en los huesos, como osteoporosis, pídele al masoterapeuta que use presión ligera en lugar de un masaje profundo.
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Meditación: La meditación es un estado de concentración profunda en el que concentras la mente en una imagen, un sonido o una idea, como un pensamiento positivo. Cuando medites, también puedes hacer ejercicios de respiración profunda o de relajación. La meditación puede ayudar a las personas con cáncer a aliviar la ansiedad y el estrés. Por lo general, la meditación es segura. Puedes meditar solo durante unos minutos una o dos veces por día o puedes ir a una clase con un instructor.
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Musicoterapia: Durante las sesiones de musicoterapia, es posible que escuches música, toques algún instrumento, cantes o escribas letras de canciones. Un musicoterapeuta capacitado puede guiarte en actividades que están diseñadas para satisfacer tus necesidades específicas; otra opción es que participes en sesiones grupales de musicoterapia. La musicoterapia puede ayudar a aliviar el dolor, así como a controlar las náuseas y los vómitos. La musicoterapia es segura y no es necesario tener ningún talento musical para participar. Muchos centros médicos cuentan con musicoterapeutas certificados.
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Técnicas de relajación: Las técnicas de relajación son formas de concentrar la atención en calmar la mente y relajar los músculos. Las técnicas de relajación podrían incluir actividades como ejercicios de visualización o relajación muscular progresiva. Las técnicas de relajación pueden ser útiles para aliviar la ansiedad y la fatiga. También pueden ayudar a las personas con cáncer a dormir mejor. Las técnicas de relajación son seguras. Por lo general, el terapeuta te guía para hacer estos ejercicios y, con el tiempo, podrás hacerlos solo o con la ayuda de grabaciones de relajación guiada.
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Taichí: El taichí es una forma de ejercicio que incluye movimientos suaves y respiración profunda. Las clases de taichí pueden estar a cargo de un instructor o puedes aprender taichí solo con la ayuda de libros o videos. Practicar taichí puede ayudar a reducir el estrés. Por lo general, el taichí es seguro. Los movimientos lentos del taichí no requieren mucha fuerza física, y los ejercicios se pueden adaptar fácilmente a tus capacidades. De todos modos, habla con tu médico antes de comenzar a practicar taichí. No hagas ningún movimiento de taichí que te provoque dolor.
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Yoga: El yoga combina ejercicios de estiramiento con la respiración profunda. Durante una sesión de yoga, colocas el cuerpo en varias posiciones que requieren flexionarse, torcerse y estirarse. Existen muchos tipos de yoga y cada uno tiene sus variaciones. El yoga puede aliviar un poco el estrés en las personas con cáncer. También se ha demostrado que el yoga mejora el sueño y reduce la fatiga. Antes de comenzar una clase de yoga, pídele a tu médico que te recomiende un instructor que habitualmente trabaje con personas que tienen problemas de salud, como cáncer. Evita las posturas de yoga que te causen dolor. Un buen instructor puede enseñarte posturas alternativas que sean seguras para ti.
Puedes encontrar algunos tratamientos alternativos que funcionan bien en conjunto. Por ejemplo, la respiración profunda durante un masaje puede aliviar aún más el estrés.
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